Nostalgia del pasado y mirada hacia el futuro

Es mucho ya el tiempo transcurrido desde el total abandono de la competición de alto nivel, en la que estuve inmersa durante una docena de años. Un buen puñado de recuerdos de cómo era la vida deportiva entonces para una mujer de buen tamaño, que quería destacar en una especialidad atlética que parecía diseñada sólo para hombres. Había grandes dosis de dificultad, debido a que las infraestructuras y materiales que utilizar para el trabajo diario. Eran los de la época y en esos recuerdos están el tránsito de la pista de ceniza (yo tuve el gusto de entrenar en dos, el CHF y el Estadio Hispánico) a las pistas que conocemos hoy en día, más limpias, más vistosas y, sobre todo, más eficaces para los entrenamientos. A quienes lean esto y no hubieran vivido aquella época les resultará extraño que uno de los adjetivos que emplee para calificarla sea limpio, pero en aquellos tiempos los atuendos que utilizabas para entrenar eran los más deteriorados de que disponías porque se ajaban muchísimo de tanto ensuciar y lavar.

Claro que con las condiciones existentes hoy en día, no sólo la calidad de las instalaciones es lo destacable sino también la visibilidad que se le está dando a todo lo que se hace, porque se publica en redes, casi al momento, absolutamente de todo: una mejor marca realizada en un entrenamiento, la maravillosa puesta de sol que se aprecia al término del mismo o el último modelo adquirido para lucir mejor en la foto de zancada felina, final de lanzamiento o paso de una valla… No hay que quedarse en lo superficial, que importa, sí, pero realmente el deportista que tiene un interés en conseguir un objetivo, en hacer realidad un sueño, estas cosas las deja a un lado.

Lo realmente interesante está siendo ver la evolución de la práctica deportiva con métodos más adaptados al individuo, materiales modernizados en todos sus aspectos, apoyos de mayor envergadura… Hubiera sido un sueño poder entrenar de continuo en un Centro de Alto Rendimiento como el que tiene ahora León y que sólo pude conocer en otras ciudades y en pequeños periodos de concentración. Sin embargo, me gusta pensar que el no haber tenido esa oportunidad me hizo fuerte y mi lucha, junto con la de otros deportistas, allanó el camino para que ese sueño sea hoy una realidad y atletas y deportistas de todas las disciplinas, que tengan un determinado nivel, puedan acceder a esas facilidades y mejorar su rendimiento.

Ahora mucha más gente practica deporte, unos con la intención de mantener o mejorar la salud, otros con afán de divertirse y muchos con objetivos claros de intentar ser los mejores en su especialidad. Al verlas entrenar hay una cosa que me llama poderosamente la atención y es el ver como hay tres atletas en este momento que acuden a entrenar al Estadio Hispánico con una sudadera gris en la que se leía León con garra . Ese logo es el que llevamos los deportistas de León hace más de 25 años y que, por lo que parece, guardamos con especial cariño, pues hoy son nuestras hijas las que lo lucen. Cuánto valor tiene que lo que nos ayuda a mejorar evolucione y cuánto valor tiene que no nos olvidemos de lo que luchamos otros en el pasado para conseguirlo.

Con todo, ese trabajo,este último año no ha servido de mucho. Todos nos hemos tenido que quedar en casa para ver como nuestros cuerpos perdían el tono, hasta que empezaron a aparecer por todas partes entrenadores y dirigentes de todo tipo de actividades cuyo objetivo era mantenernos en forma a través de cualquier pantalla disponible. Pero muchos deportistas se han quedado al margen de tener la posibilidad de acceder a instalaciones a las que ya habían ganado el derecho de utilizar. Todavía los condicionantes y normativas tienen que mantenerse estrictamente y eso hace que se utilicen las mismas infraestructuras que hace 25 años, con todos aquellos materiales de antes, y que muchos de ellos aún reconozco.

En cualquier caso, lo que hoy toca es felicitar al DIARIO DE LEÓN por sus 115 años al pie del cañón, con el trabajo de grandes profesionales que mirando atrás también han cambiado en su modo de acceder a la información. Mi primera entrevista importante me la hicieron Camino Gallego y José Luis Pérez Soto para este medio y estuvieron esperando con todo el respeto a que aquella jovencita que empezaba a despuntar acabara sus entrenamientos en la pista del Estadio Hispánico para tener una agradable charla. Hoy, prácticamente todo se hace por teléfono, whatsapp o cualquier otra aplicación. Se pierde mucho en la relación personal, no llegas a adivinar qué hay detrás de esa persona que te pide datos, no llegas a tener esa conexión que te dan el intercambio de miradas. Tal vez eso haga que las respuestas de los deportistas no sean del todo sentidas y se noten programadas o dirigidas. En estos tiempos que corren, el uso de tecnologías en todos los ámbitos y sobre todo en el de la información disminuye la presencia física, la impresión en papel, que tanto me gusta. Ojalá que este diario siga manteniendo el interés y publicando por muchos años más.