Diario de León

Enrique Cimas | Decano de los periodistas leoneses

Trabajadores por la verdad

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León

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Sirvan las primeras líneas de este trabajo para evocar la figura de Joaquín Nieves López. Vivió y luchó, como periodista vocacional, con el latir de la noticia, y siempre la verdadera noticia. Joaquín, simpático y astuto, con espíritu intuitivo, era también la caracterización de lo posible, dentro de lo razonable. Llegué a pensar que mi querido compañero Joaquín tenía algo de doble espíritu: un poco de lo dificultosamente averiguable, y un mucho de la voluntad para cuadrar posibilidades con autenticidades. En suma, excelente periodista y notable psicólogo de la vida. Todos los que le conocieron le quisieron… Descanse en el Señor.

Francisco de Sales fue como un espejo para que en él pudiéramos mirarnos los periodistas del mundo entero. Escribía a ciencia de Dios y a conciencia de su honradez. Y un dato sorprendente: tanta era la precisión de utillaje para la confección de elementos de impresión, que se lanzó a la labor del cosido a mano e incluso la distribución por calles…

Sería deseable que el mundo no voltease más de lo que lo ha hecho hasta este momento: pandemias, desastres naturales, revueltas… y toda una reata nominal que nos trae por la calle de la amargura (nunca mejor calificada la rúa). Tengo, no obstante un regusto no del todo malo. Se lo cuento a ustedes. Como las canas acompañan, y salen en la cabeza, se unieron a mi ocurrencia. Pensé desde los altos de La Candamia que no era cosa triste unir vecinos, procurar que las tardes (cortésmente) resulten menos monótonas, y más afectuoso el trato en comunidad entre personas, entre esperanzas… Y quise materializar mi afecto en una carta dirigida a todos ellos. Un simple mensaje de complicidad y cariño, aislados como estábamos aunque solo nos separaran algunos metros, algunos tabiques. Y sí, me ha contestado alguno. Un guiño devuelto, una sonrisa pagada en trueque. Suficiente para calentar el ánimo solitario.

Inicié este escrito con evocación cariñosa a Joaquín Nieves (hijos y familia toda), formidable periodista y persona. Ahora continúo con todos los compañeros de las distintas publicaciones y medios de la provincia de León, los que están y los que se nos fueron para siempre, con un sencillo y fuerte abrazo para todos.

La honradez en los planteamientos, el foco en el destino fundamental y el amor como compañero de viaje deben apreciarse ahora como lo verdaderamente importante

Desde la atalaya de mis 95 años, el camino que como periodista llevo recorrido se contempla con orgullo, serenidad, y hasta con un punto de indulgencia. Aquellas vueltas del sendero, aquellas vanidades, aquellos repechos que parecían insalvables se ven ahora, a través de la lente del tiempo, como simples anécdotas, y es mucho más fácil, al aumentar la escala del mapa de la vida, apreciar la dirección y el sentido de la ruta que se ha llevado. La honradez en los planteamientos, el foco en el destino fundamental, y el amor —al trabajo, a la familia, a los amigos y a Dios— como permanente compañero de viaje se aprecian ahora como lo verdaderamente importante, mucho más que el hecho puntual o la noticia rabiosa.

La vida laboral como periodista en activo (si es que puede pensarse que esa profesión se desactiva en algún momento en aquellos que la practicamos) y los años en los que, tras la jubilación, se me ha dado la oportunidad de seguir poniendo por escrito mis ideas y esperanzas, mis experiencias y mis recuerdos (gracias, cómo no, a DIARIO DE LEÓN, a cuya ventana me han permitido asomarme tantas veces) me han regalado vida, y han modulado, en gran medida, el dibujo de la persona que he llegado a ser hoy, la que sigue recorriendo, por el tiempo que el Señor me permita —y despacito, eso sí, que las piernas acusan la edad— el camino que estoy orgulloso de haber compartido, a trechos, con ustedes.

Copiaré lo fiel de la verde yedra

que suaviza, se adhiere y persevera,

llenando de frescor el alma entera.

Seguiré, sí, el Camino, piedra a piedra,

en un soñar de cielos, y a la espera

del soplo del Señor en primavera.

 

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