Diario de León

DEL ALTAR SACRIFICIAL DE LA CABRERA

Cinco macroparques eólicos, una presa con un embalse y sus redes

norberto

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León

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Si finalmente el Gobierno lo acepta, el proyecto acabará dañando irreparablemente los canales romanos de La Cabrera y su entorno. Los cinco parques eólicos proyectados por Capital Energy para una de las zonas más deshabitadas, vírgenes y ricas en patrimonio cultural y natural de Europa tendrán efectos irreversibles para una de las obras de ingeniería más colosales del Imperio Romano. Y es que el planeamiento —cuya producción de energía se destinará a la exportación a nivel nacional— coserá la comarca con más de un centenar de aerogeneradores de 200 metros de altura. Y eso a pesar de que, como advierten los expertos, los valores naturales de estas montañas y valles son tan desconocidos y están tan amenazados que lo que merecerían es su declaración como Parque Natural. Cabrera, Corporales, Torneros, Anemide y Alto Cabrera-Lardeiras son los nombres de los macroparques con los que se sacrificarán los Montes de León. Las redes de evacuación previstas para estos proyectos de renovables afectarán a 400 kilómetros de la infraestructura con la que Roma logró horadar la montaña para arrancar el oro a Las Médulas.

Asociaciones como Cabrera Despierta o la Plataforma de Defensa de la Cordillera Cantábrica se oponen a la construcción de estos parques de aerogeneradores, que desvirtuarán «un paisaje cultural excepcional y pueden provocar la destrucción de evidencias arqueológicas irrepetibles».

Y es que, según manifiesta Roberto Matías tanto el trazado de las pistas de acceso como el emplazamiento de aerogeneradores, torres de distribución eléctrica y construcciones auxiliares, dañarán gravemente y de forma irreversible el patrimonio de la zona. El hecho de que los canales no sean Bien de Interés Cultural podría ser aprovechada por la empresa como excusa para acometer el proyecto.

Desde Cabrera Despierta recuerdan que el mismo plan que la eléctrica trata de imponer en León fue presentado en Galicia sin éxito. La Xunta lo impidió hace ahora tres años porque afectaba a uno de los grandes recursos naturales de Lugo y Orense: La Rivera Sacra. La red de evacuación de todos los parques eólicos —con aerogeneradores de 200 metros de altitud que afectarán a Magaratería, La Cabrera y El Bierzo— provocaría un efecto distorsionador a lo largo de 400 kilómetros de canales romanos, con lo que «la riqueza patrimonial quedaría devastada y la destrucción paisajística sería brutal». Y todo ello sin contar la perversión paisajística de los propios ‘molinos’, para cuya instalación son necesarios no menos de 200 kilómetros de pistas.

Además, y según las fuentes consultadas, en el proyecto no consta un plan de restauración que contemple la restitución del terreno a su estado original a pesar de que la cimentación de cada uno de los aerogeneradores ocupa un diámetro de 50 metros y entre 15 y 20 de profundidad.

Uno de los mayores problemas con los que cuenta la zona es que la Junta de Castilla y León no ha declarado los canales romanos Bien de Interés Cultural a pesar de que Las Médulas son Patrimonio de la Humanidad. Cuando en 1997 se logró el título para la mina de oro, los canales se consideraban aún obra menor puesto que las investigaciones no habían revelado la magnitud de la infraestructura hidráulica. No fue hasta el año 2004 —con la publicación de la primera cartografía— cuando comienza a vislumbrarse el alcance real de las galerías labradas en las montañas. Y es que el trabajo destapó la existencia de 600 kilómetros de canales. Años de análisis demostraron que a estos había que añadir cien más, una cifra que, según revela Roberto Matías (uno de los más prestigiosos estudiosos de la obra hidráulica) demuestra que los canales romanos de La Cabrera pueden hablar de tú a tú a la obra de abastecimiento de la ciudad de Roma.

El director general de Patrimonio de la Junta, Juan Carlos Prieto Vielba, ha querido dejar clara la frontal oposición de la Consejería de Cultura a estos macroparques. «Nuestra postura es cristalina frente a este proyecto», asegura. Prieto Vielba destaca que el estudio científico encargado al doctor Sánchez Palencia ha de ser entregado en el primer semestre, con lo que la incoación del expediente BIC para los canales romanos estará este mismo año. Añade que la incoación genera para los canales idénticos derechos de protección que la declaración como Bien de Interés Cultural, con lo que la obra hidráulica que hizo posible explotar la mina de oro más fabulosa del Imperio Romano estará resguardada frente a las pretensiones de las eléctricas. Además, Juan Carlos Prieto añade que su objetivo es sumar los canales al conjunto de Las Médulas como Patrimonio de la Humanidad con la finalidad de dotarles de la mayor protección posible. «Nuestra vocación es defender el patrimonio cultural de la Comunidad», advierte el delegado de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que explica que en la Fundación Las Médulas la Consejería dirigida por Gonzalo Santonja ha conseguido poner ya a todos los agentes involucrados de acuerdo.

Desde el Instituto de Estudios Cabreireses, Roberto Matías critica s in embargo que el estudio del CSIC lleva más de un año de retraso, denuncia que los anteriores consejeros relegaron las solicitudes planteadas desde distintos colectivos y advierte de que si se aprueban los macroparques antes de la incoación no habrá nada que hacer. Por ello, apela también a la Consejería de Medio Ambiente, que si bien no decide tiene voz y voto.

Este ingeniero puso en marcha junto a la Diputación un plan con el propósito de solicitar la declaración del área Médulas-Teleno como Geoparque de la Unesco. Destaca Matías que hasta la fecha se han inventariado más de 200 explotaciones mineras romanas y cartografiado 1.300 kilómetros de canales de abastecimiento de agua para las minas, entre ellos los de Las Médulas, con casi 700 kilómetros.

La delimitación geográfica del Geoparque Médulas-Teleno viene definida por el estudio que realizó para la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, dentro de las actividades de investigación de su tesis doctoral. Así fue como descubrió, por ejemplo, un tramo de 43 kilómetros de un canal de Las Médulas y la mina de oro romana del Morredero, entre otros hallazgos. Con el cambio político en la institución provincial, el proyecto dio un importante giro y se dieron los primeros pasos para presentar la candidatura de manera oficial. La Diputación puso en marcha un equipo de técnicos en el desarrollo del proyecto para el que habilitó una partida de 30.000 euros para la elaboración de la memoria.

La exposición pública del proyecto tendría que haberse iniciado en febrero de 2023, pero desde mediados de 2022 aseguran que sólo han recibido «la callada por respuesta».

El diputado de Transición Ecológica, Alíder Presa, se defiende y asegura que la única razón por la cual la Diputación no ha presentado ante la Unesco el proyecto es que, en opinión de los técnicos, el plan no está completo y aún hay trabajo que hacer. Asimismo, subraya que el hecho de que España tenga 15 geoparques no ayuda a que el organismo de Naciones Unidas tenga en consideración la iniciativa para los canales romanos. Rechaza que para la decisión del órgano provincial haya pesado el interés del Gobierno en el desarrollo de programas de energías renovables así como la tramitación para instalar los cinco parques eólicos.

De hecho, Alider Presa asegura que la declaración no impediría la construcción de los gigantes energéticos. «Entiendo la preocupación, pero aún hay que profundizar en aspectos como el geoturismo, la investigación geológica o las marcas de calidad. No echamos balones fuera pero de nada sirve presentar un proyecto que sabemos de antemano que no va a tener éxito», subraya. Además, explica que, en su opinión, los aerogeneradores y las redes de evacuación que estos entrañan no están en la zona de afectación de los canales romanos y defiende la labor de las juntas vecinales. «Los que vivimos en los pueblos cada vez vemos menos posibilidades de que ocurran cosas con las que poder salir adelante», advierte el también vicepresidente para el Bierzo al tiempo que defiende el derecho de los vecinos de los pueblos a decidir su futuro.

Sin embargo, desde el Instituto de Estudios Cabreirenses explican que las actividades de divulgación de la geología y el patrimonio minero se realizan desde diferentes ámbitos. Es el caso de las jornadas de campo de la minería aurífera romana que se organizan desde la Cátedra de Desarrollo Local de la Uned en Ponferrada, el curso de patrimonio geológico-minero del Sigmadot o las actividades de la Asociación Mineralógica Aragonito Azul, desde el área de geología y paleontología del museo Alto Bierzo, en Bembibre.

Además, diferentes ayuntamientos realizan esfuerzos para poner en valor diferentes enclaves de la minería aurífera romana (galería de Montealegre, rutas de Santa Colomba de Somoza, Castropodame, etc) con objeto de su promoción turístico-cultural. «La importancia de la consecución del geoparque Médulas-Teleno va más allá de poner en valor los recursos geológicos y arqueológicos de la zona. La aplicación a un territorio del concepto de geoparque supone la implantación de un proyecto de desarrollo rural sostenible basado en la promoción turística, de manera que debe tener unos objetivos económicos y de viabilidad claros que lo conviertan en una oportunidad real de crear y asentar empresas y población en el medio rural», advierte Roberto Matías, que añade que lograr este título sería fundamental para conservar el patrimonio.

Precisa que esta figura es compatible con cualquier tipo de actividad industrial legal, como pueden ser minas y canteras, que representan, además, la principal actividad económica de una parte importe de la zona del Geoparque Médulas-Teleno. «Todo se para en mayo del año pasado. Creemos que por los nueve parques eólicos que se quieren instalar en Cabrera». Y es que si bien es cierto que la declaración de la Unesco no prohibiría nada, no sería ‘aseado’ llenar el mayor patrimonio aurífero del mundo de molinos de viento. «Si finalmente se aprueban, los parques sacrificarían para siempre nuestro patrimonio cultural en aras de la especulación de un modelo energético obsoleto y poco sostenible», advierte el ingeniero.

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