El ‘annus horribilis’ del duque de York

Tras un año catastrófico para su imagen personal, el 2021 no se presenta más halagüeño para Andrés de Inglaterra. El hijo mediano de la Reina Isabel II permanece alejado de los focos desde que, hace 14 meses, una torpe entrevista televisiva orquestada para limpiar su imagen acabara generando más dudas sobre su papel en las fiestas del empresario acusado de pedofilia Jeffry Epstein. Pese a que hace unos meses deslizara sus planes para regresar a la primera línea, ahora ya es consciente de que la prioridad es otra y que el estado de ánimo del público no justifica de manera alguna ese regreso. La obligación de preservar la institución monárquica inglesa, pues, se ha impuesto por encima de sus deseos de atención y protagonismo.

Eso es al menos lo que han manifestado fuentes de su entorno al diario ‘The Mirror’, donde aseguran que el duque de York ya ha asimilado que «sólo se considerará seriamente su futuro público una vez que se haya resuelto el proceso legal y se haya explicado adecuadamente su papel en la historia». La pandemia del coronavirus le ha ayudado a pasar desapercibido, pero no es menos cierto que la repercusión del escándalo ha trastornado su vida y la de su familia. De hecho, la boda de su hija mayor, Beatrice, el pasado julio fue íntima, para evitar críticas, y sorprendentemente los duques quedaron excluidos de la foto oficial. Y de cara a la luz pública, el príncipe tampoco ha formado parte de los planes navideños de la reina que, no obstante, en privado sí le ha brindado su apoyo y sigue manteniendo una relación muy cercana con quien, según algunos, es su hijo predilecto.

El horizonte jurídico más inmediato pasa por el mes de julio, cuando está previsto el juicio a Ghislaine Maxwell por delitos sexuales contra menores. Exnovia y presunta cómplice de Epstein, que se suicidó en prisión en verano de 2019, es considerada por la investigación como la ‘madame’ de la trama, la persona que engatusaba a las adolescentes y jóvenes para que acabaran entre los brazos del millonario empresario y sus amigos. Su interrogatorio, pues, se perfila como determinante para aclarar el futuro del duque. Las víctimas de la trama orquestada por Epstein, que se han unido para denunciar lo ocurrido, han solicitado sin éxito la declaración de Andrés de Inglaterra.