EL ARMARIO EMOCIONAL
Más que un buen fondo de armario es una mirada a las emociones, a las prendas que nos han hecho felices, que
Prendas que están hechas con oficio, por manos expertas y que son más que una moda, que nos conectan con nuestro pasado y nuestros antepasaados, que son heredadas o adquiridas en un momento clave de la vida, que están en el fondo del armario y reclaman una vuelta a la vida. El nuevo armario con valor sentimental. la apuesta de la moda española.
Más que una moda. Una frase que engloba la propuesta de los diseñadores españoles para la nueva temporada. Se han propuesta poner en valor la artesanía, la recuperación de oficios y la sostenibilidad, incluso con la realización de una sola colección al año como predican Pablo Erroz y Otrura para aminorar el impacto del sector textil en el medio ambiente.
Es el armario emocional. El de Roberto Verino, por ejemplo, «aquel que contiene prendas que tienen un valor para nosotros porque forman parte de nuestra vida. Las hemos comprado en un momento importante o las hemos heredado».
Gracias a su calidad y valor mejoran con los años. ¿Qué hábitos debemos adoptar para convertir nuestro vestidor en uno de ellos? «Elegir prendas que están hechas con oficio, por manos expertas y que son más que una moda», dice Verino, que construye su propuesta sobre prendas atemporales en blancos, negros y grises.
Como él, por esa moda de valor apuestan un gran número de creadores españoles. Otra moda, otra manera de construir moda. Una declaración de intenciones que evoca a un consumo más amable, así como más limitado y exclusivo. Algunas de las prendas nacen de forma digital, gracias a la implantación de sistemas NFC en su interior —algo así como un pasaporte para las prendas— que permite que las mismas puedan ser escaneadas con un teléfono móvil y conocer la trazabilidad del artículo con todo lujo de detalle. Una nueva manera de evolucionar en apoyo a la economía circular.
ANDRÉS SARDÁ. Conjuntos sensuales y sofisticados ‘looks’ en color negro y ‘nude’ sobre sedas, encajes, tules bordados y ‘paillettes’, cristales de Swarovski y plumas. FERNANDO CLARO. Líneas rectas pero sofisticadas, superposiciones a lo samurai y grandes casacas trenzadas versátiles de movimiento y mucho empaque. OTRURA. Lanas frías, organzas, tules de algodón, satén, mezclas de seda y lanas con superposiciones, asimetrías, plisados y combinaciones de texturas y patrones en la misma prenda, la sastrería se combina con siluetas fluidas. MAYA HANSEN. Urbano conjuntado con elegantes abrigos sin forrar de corte clásico. PABLO ERROZ. Un concepto sin género ni temporadas, lanas, alpacas, napas -sólo de animales destinados a consumo propio, recicladas y de ‘stocks’-, algodones, nylons o sedas que conviven con estampados orgánicos y geométricos, una apuesta firme por material artesanal, creado bajo la técnica tradicional y manual del ikat.