El asesoramiento, mejor con garantías

Nuria González Rabanal es la presidenta del Colegio de Economistas de León. Desde su fundación en 1983, «gracias al esfuerzo y empeño de un grupo de economistas» que vieron la oportunidad de dejar de depender del Colegio de Oviedo y fundar en la capital una institución propia, ha liderado la asesoría económica en la provincia, siempre con garantías.

—¿Cuántos colegiados hay ahora mismo?

—Tenemos, desde hace años, en torno a 500 colegiados. Nos sentimos orgullosos de mantener estable el nivel de colegiación ya que nuestro caso, a diferencia de otros, tiene su origen en dos grandes problemas: ser un colectivo con escaso compromiso corporativo, y sufrir un elevadísimo grado de intrusismo.

—¿Es obligatoria la colegiación?

—La Ley no obliga a un licenciado o graduado en el campo de la economía, la empresa, las finanzas, el marketing o el turismo a una colegiación obligatoria. Sin embargo, debemos hacer saber a los jóvenes y también a la sociedad que, en contra de lo que se piensa, la denominación de «economista» sólo puede usarse y alcanzarse mediante la colegiación.

—¿Qué garantías tiene el acudir a un economista?

—Elegir un colegiado del Colegio de Economistas de León supone asegurarse de que, al menos, esa persona tiene la formación oficial acreditada por el Estado, así como el acceso a una formación profesional de alta calidad en aquellos campos en los que se desarrolla profesionalmente.

—¿Qué ámbitos de actuación abarca el Colegio?

—Asesoría fiscal, contable, laboral, financiera, mercantil, también marketing, e incluso en temas digitales.

—¿Ha aumentado el intrusismo en la profesión?

—Es muy tentador poner en la publicidad de un despacho «asesor», y más aún el logo de «Economista» cuando no está perseguido —el uso ilegal de estos términos— ni por la profesión, ni por las leyes. En el mundo de los economistas, desde el momento que no tienes reserva profesional tienes todas las posibilidades de fraude e intrusismo abiertas. Los orígenes de este intrusismo pueden achacarse a varios factores: por un lado, por la falta de determinación política y legal a dar competencias profesionales a los economistas. Por otro, y en consonancia con el anterior, debido a la embriaguez y la política de despacho que, desde hace años practican quienes ostentan la representación de los economistas al más alto nivel en este país.

—¿Qué riesgos corren los ciudadanos que acuden a otras personas que no son economistas?

—El mismo que si uno va a un médico no colegiado. El riesgo de un mal asesoramiento es que pueden perder su patrimonio e incluso incurrir en delitos punibles. Una mala declaración de la renta, una mala inversión, o una deficiente contabilidad pueden provocar la ruina de un contribuyente y la quiebra de una empresa. Quiero trasladar a los leoneses la necesidad de que cuando acudan a un profesional le exijan estar colegiado en el Colegio de Economistas de León o que se aseguren en nuestra web si el despacho profesional está dado de alta en nuestro registro.

—Invierten gran parte de su tiempo en formación. ¿Qué importancia ocupan los jóvenes?

—No se concibe el futuro sin la formación continua a todos los niveles. Nos hemos esforzado en dar a nuestros colegiados esa formación continua que garantiza la calidad de sus servicios en el ejercicio profesional posterior. Procuramos cubrir sus demandas con la participación de ponentes al más alto nivel. Al mismo tiempo, nos preocupamos por los jóvenes y los desempleados con talleres a bajo coste que les permitan formarse en oportunidades para su mejora profesional. Además, y pensando en los jóvenes, hemos creado la figura del «precolegiado» que apenas supone el pago de una cuota colegial y vincula desde temprano a los jóvenes con el ejercicio de su profesión.

—¿El nuevo contexto político influirá en el desarrollo profesional del Colegio?

Dependerá de las decisiones que adopte el nuevo Gobierno. Las modificaciones legislativas que afecten a los impuestos, productos financieros, empleo, vivienda, fondos de inversión, pensiones, y demás aspectos ligados al patrimonio de las familias y situación económica de las empresas españolas, aumentará el nivel de exigencia de los economistas leoneses cambiando el desarrollo profesional de nuestros colegiados.