El Ayuntamiento adquiere un ‘mini Caléndula’ para almacenar sus datos

El Ayuntamiento de Villaquilambre se acaba de situar a la altura de las grandes compañías tecnológicas al adquirir una cabina de almacenamiento híbrida para guardar todos sus datos municipales. Se trata de un ‘mini Caléndula’, el superordenador de la Universidad, ya que posee 17 terabytes de memoria. Su capacidad se puede explicar con un ejemplo: se necesitarían 50.000 árboles convertidos en papel para imprimir los datos representados por este trillón de bytes. La pila de papel tendría 16 kilómetros de alto y llenaría 1.000 camionetas pequeñas.  

En términos de la vida digital, 1 terabyte bastaría para grabar 250.000 canciones en MP3, suficientes para llenar dos años de escucha sin parar; dos semanas de películas en DVD sin pausa o 500.000 fotografías digitales. En el caso de la cápsula de Villaquilambre se utilizará para guardar con seguridad los datos del padrón, la contabilidad, los sistemas de operaciones, los acuerdos municipales...  

Otra de sus bondades es que el acceso a los datos del Ayuntamiento se puede realizar de forma casi instantánea, a razón de 40 gigabytes por segundo. «Es como si en un libro se repite la palabra Perico de los Palotes un millón de veces. En esta cabina se almacenaría ese nombre una sola vez, pero con todas sus localizaciones, lo que ahorra mucho espacio y permite gran rapidez a la hora de buscar un Perico de los palotes concreto», explica el jefe de Informática, Jesús de Celis.  

Villaquilambre ya decidió externalizar en 2017 por 3.600 euros al año el servicio de correo electrónico, las agendas y las tareas. En 2007, el Consistorio ya destinó 20.000 euros en hardware para montar toda la infraestructura que se necesitaba para recibir y enviar correos a través de los ordenadores. Unos mensajes que hoy día son primordiales y soportan las relaciones con otras administraciones, con los proveedores y vecinos. Cada mañana, se acumulan en cola 600 correos (entre ellos, algún spam), y de media en días laborables los trabajadores del Ayuntamiento reciben un millar y envían otros 400. En conjunto, al año se mueven 360.000 correos. El alquiler de los buzones y el nuevo servicio entraron en funcionamiento hace dos años.