Un cadáver momificado: ¿cómo es el proceso?

La soledad es ya una de las mayores lacras sociales. El Cuerpo Nacional de Policía encontraba recientemente el cadáver de un hombre de 62 años que se encontraba en estado de momificación en Valladolid y que había sido encontrado de un grupo que accedía a la vivienda para ocuparla.

A la espera de la autopsia, el primer informe forense señala que había fallecido hacía cinco meses, lo cual hace preguntarse cómo se da el proceso de momificación y por qué nadie se dio cuenta.

Aunque los casos en los que se encuentra a una persona que llevaba tiempo fallecida suceden con relativa frecuencia, no es tan común que los restos mortales se encuentren en un estado de momificación.

El proceso natural para que esto suceda puede darse en unas condiciones muy específicas. Según señala el antropólogo físico de la Universidad Complutense de Madrid Gonzalo J. Trancho en  Los cuerpos del pasado: momificación natural y artificial , el más común es la desecación y se da en entornos áridos o faltos de humedad.

Se pueden ver casos como las poblaciones de las cuevas volvánicas de la isla Kagamil (Aleutianas, Estados Unidos) en las que los ataudes de zinc desecaban los cuerpos, o los nichos de los Anasazi del suroeste estadonidense, cuyas paredes expuestas al sol producían los mismos efectos de desecación.

La temperatura es otro de los factores más importantes para la conservación del cuerpo. Tanto el frío como el calor afectan al crecimieinto de microorganismos con los que se da el proceso de putrefacción. El Monte Everest guarda entre sus frías nieves los cuerpos de los escaladores que han tratado de conquistar la cima. Con respecto el calor, algunos grupos étnicos empleban técnicas de embalsamiento empleando el fuego, como es el caso de los Muisca, Lache, Guane, Chitarero y Yuko (Yukpa) entre el siglo V al XVII d. C

Los químicos, naturales o sintécticos, también pueden conservar los cuerpos, como es el caso de sustancias como el cloruro sódico (sal común), azúcar, aceites, vinagre, alcohol, miel o antibióticos. En León existen notorios casos en los que se emplearon productos químicos para la conservación, como son las momias de doña Sancha y los infantes Leonor, Fernando y María, en el Panteón de Reyes de San Isidoro.

Cadáveres olvidados... y ocultados

Para poder responder a la pregunta sobre los motivos por los que una persona fallecida pasa al olvido hasta que alguien encuentra su cuerpo, algunos casos pueden servir para despejar la incógnita.

En León se encontró a finales de agosto un cadáver en una nave abandonada del entorno de San Cayetano que correspondía a una persona que murió durante el confinamiento . No obstante, como las condiciones del lugar favorecían la composición y su lejanía del epmlazamiento ocultaron el cuerpo el tiempo suficiente, la identificación resultó imposible .

Otro caso es el de un exmilitar  que llevaba viviendo en la localidad desde hace más de 15 años. El hombre, de 77 años, fue localizado muerto en un piso en el que vivía en alquiler en la localidad coruñesa de Teixeiro (Curtis). Llevaba varios meses muerto y el cuerpo no evidenciaba signos de violencia.

Otro caso, esta vez en Madrid, es el de una mujer de 78 años que llevaba muerta 15 años . El cuerpo no se descompuso debido a la humedad de la estancia y a que había una rendija de ventilación, que produjo el proceso de conservación cadavérico de la momificación. La policía accedió a la vivienda después de que un familiar comunicara que la echaban en falta.

A este se le suman más ejemplos de personas mayores que fallecen en soledad y no son encontradas hasta tiempo después, pero también son conocidos los sucesos en los que los cuerpos son escondidos por motivos delictivos . En 2018  un hombre fue arrestado en Barcelona por  ocultar la muerte de su hermano para conseguir su pensión. Los Mossos constataron que en una habitación del piso se encontraba entre sábanas el cadáver momificado.