Diario de León
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c José Luis Murciego Peñín se pregunta: ‘¿Será casualidad el caos del Centro de Salud de La Bañeza?’: «Escuché con estupor y mucha pena la entrevista que le hicieron hace unos días en la radio a un médico rural. Este gran profesional, lo primero que hizo es felicitar a sus compañeros del Centro de Salud de La Bañeza por su gran labor y su gran trabajo durante toda esta pandemia. Pues bien, yo quiero decir que estoy vivo ¡a pesar! de este profesional y del centro de salud de La Bañeza.

El 19 de marzo ingresaron en el Hospital de León a mi padre con positivo en Covid-19. Lo llevé por otro tema, no porque me mandara este señor al que unos días antes en conversación telefónica y mensajes de WhatsApp que conservo le expliqué mi preocupación por el estado de mi padre y los síntomas que tenía, mucha fatiga, desorientación, escalofríos, etc a lo que él me dijo que no era nada preocupante.... Pues menos mal, porque unos días después del ingreso me ingresaron a mí contagiado al estar atendiéndolo tres días en su casa sin ningún tipo de protección, porque este señor tampoco me advirtió.

Por cierto, tengo que decir que la ambulancia que fue a buscarme porque padecía una crisis respiratoria se presentó completamente vacía, solo un asiento en la parte de atrás en el que fui sentado nada más, ni médico ni medios, nada.

El triste desenlace es que mi padre falleció a los nueve días del ingreso y yo después estar ocho días ingresado y de superar un cuadro muy complicado, recibí el alta con seguimiento del Centro de Salud, que un mes después del alta he hablado una vez con el médico y porque llamé yo.

Lógicamente después de todo esto, no puedo permanecer callado después de oír a este señor felicitar la gestión que han realizado, y ya el colmo es oír como dice que esto se hubiera evitado si hubiéramos hecho caso a los profesionales. Es el colmo de la desfachatez. Ahora juzguen si ha sido casualidad lo que ha pasado en la zona de La Bañeza. De la misma manera que tengo que decir el gran trabajo de los médicos del Hospital de León y sobre todo las enfermeras, es impagable todo lo que han hecho. (En memoria de Segundo Murciego Pastor fallecido el 1/4/2020. D.E.P.)».

c Luis Alberto Rodríguez Arroyo alerta de las ‘Vigas y pajas a ojos de Ábalos’: «Los datos oficiales arrojan a fecha 5 de mayo las frioleras cifras de 219.329 infectados, 25.613 fallecidos y 123.486 altas. La responsabilidad de la primera y segunda cifra depende —en gran medida— del propio virus. Pero la sensación general es que si la realización de test hubiera sido mayor, y el recuento de fallecidos exhaustivo, estaríamos hablando de cifras aún mayores y por ende de una peor gestión política de la pandemia. No cabe aún —cuando el quid del problema es ser parte de la solución— buscar responsabilidades políticas. Ya habrá tiempo. Pero resulta inaceptable que con los datos objetivos descritos —aún infradiagnosticados— el ministro Ábalos se atreva a insinuar responsabilidades futuras en otros grupos parlamentarios si no apoyan una nueva prórroga del estado de alarma. Habrá que recordarle al titular de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana que una pandemia es más que un rebrote, que 120.000 personas en la manifestación del 8-M son más que 44 en una foto clausurando el Hospital de Ifema, que resulta complicado añadir más caos a las compras centralizadas de mascarillas o test, a la primera salida de los niños a la calle, a los tramos horarios, a las recomendaciones en primera estancia que en segunda se transforman en obligaciones, o al 30% de las terrazas que pasan al 50% por arte de decreto. Prevenir es mejor que curar, y una viga en ojo propio es más que una paja en el ajeno. Obvio».

c Una sanitaria titula su escrito ‘Todo está bien en las unidades Covid del Hospital de León’: «La ilusión y el sacrificio han podido con los riesgos de tratar a los pacientes del Covid. Mes y medio de aplausos para quienes hemos sido señaladas como ‘Personal Covid’, aplausos y ánimos que no han silenciado una pequeña voz que nos dice que no hay test para el ‘Personal Covid’ sólo para el resto, nosotros no importamos, ni nuestras compañeras, ni nuestras familias... Estamos bien, no necesitamos descanso, como el de otros compañeros que están en casa desde el principio de la pandemia, nosotros no, nosotros sólo dos días de descanso, que ya está bien. Estamos bien, nuestra seguridad es perfecta por más que los protocolos de actuación sólo dependan del material disponible. Mientras esa pequeña voz hace oídos sordos a nuestras propuestas.

Estamos bien, aunque nos anulen nuestras mamografías hasta nuevo aviso por ser ‘Personal Covid’, entonces se alega la presunción de culpabilidad, por llevar el virus del que esa pequeña voz no quiere hacernos pruebas.

Estamos bien, pero sólo porque estamos ahí, luchando por dar el aliento y el cuidado que los más necesitados precisan, por nuestra vocación y devoción a nuestra profesión.

Estamos bien y no necesitamos aplausos que tapen la pequeña voz que todo nos lo niega. Cuando todo esto pase nuestro sacrificio y amor por lo que hacemos habrá sepultado lo ruin que ha sido el pago a nuestros sacrificios, pero estaremos bien, porque nosotros si habremos sabido estar a la altura de lo requerido y cada vida salvada habrá hecho bueno el sacrificio. Saludos desde la primera línea».

¿Considera que las víctimas mortales del coronarivus deberían tener un mayor reconocimiento desde las instituciones?

SÍ 88%

NO 12%

Cree que los ciudadanos actúan con suficiente cautela para frenar los contagios cuando salen a las calles?

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