cartas al director
c Luis Alberto Rodríguez Arroyo escribe con el título ‘Qué bien se manifiesta la izquierda’: «Hay que reconocerles el mérito. El ejercicio del derecho a manifestarse es ejercido por los grupos políticos de izquierda con soltura. Siempre al lado del que lo necesita, abanderando causas que considera justas e imprescindibles para la mayoría.
Convocatorias inmediatas, como se hacen ahora, por las redes sociales, un folio en el escriben ‘Basta’ adherido a un palo y a gritar por las plazas y las calles. Y así visto, incluso parecen creíbles, dando la sensación de que realmente son los que sacarán a cuantos lo necesiten del atolladero en el que estén metidos. Da lo mismo de si se trata de bramar por el aborto, la prórroga de los Erte, la eutanasia, la identidad sexual, la ocupación de viviendas vacías o la sedación paliativa. Para todas las causas les sirve la misma pancarta: ‘Basta’.
Así se presentó Juan Carlos Monedero en el sur de Madrid, para clamar por la gestión de Díaz Ayuso desde la Comunidad, tratando de poner de relevancia lo inoperante de las medidas emprendidas por la derecha contra la pandemia.
Obvia el cofundador de Podemos los meses en los que su antiguo partido estuvo inmerso en el mando único propuesto por el actual Gobierno. Pero eso es lo de menos. Lo suyo es sacar a pasear la pancarta, la misma siempre, repartiendo indignación y guardándose para sí las inexistentes soluciones, hasta que sus votantes expresen en las urnas lo que ellos en las calles: ‘Basta’».
c Jesús Domingo escribe sobre ‘El despoblamiento y el sector porcino’: «El sector porcino de capa blanca español está ubicado en regiones con graves problemas por despoblamiento de sus medios rurales como Aragón, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Galicia algunas comarcas catalanas, etc.
De hecho, según destacaba el director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), el porcino «está implantado en más del 40% de los municipios de menos de 5.000 habitantes».
En estos municipios no solo se ubican las granjas, sino que también se integran estructuras y actividades de transformación industrial, comercialización y exportación y otras auxiliares. Por tanto, según el director de la Interprofesional, ‘somos un motor de la economía de estos pueblos, especialmente de los de menos de 5.000 habitantes, que es donde se ubican más del 40% de las granjas e industrias de porcino’.
En todos ellos se retiene la población en la zona, se aporta riqueza, hasta 20.000 millones de euros al año y se generan más de 300.000 empleos de calidad. Recuerdo que los trabajadores del sector porcino se caracterizan por su profesionalización y especialización en cada área, «sin ellas sería prácticamente imposible afrontar su labor en un sector en continua innovación».
En este sentido, el director de Interporc ha destacado que el sector porcino es «sostenible socialmente y por supuesto también si hablamos de sostenibilidad medioambiental, que nos ocupa y nos preocupa y que por lo tanto trabajamos cada día».
‘Compromiso Bienestar Certificado’, un ejemplo de la apuesta por la sostenibilidad.
El sector porcino de capa blanca español «cumple con la normativa más exigente del mundo en materia medioambiental y los profesionales del sector porcino son los primeros interesados en cuidar del entorno en el que desarrollan su actividad. Cada día desarrollamos nuevas técnicas que nos permitan reducir nuestra huella climática y apostamos por las energías renovables y una economía circular, entre otras muchas cuestiones».
Para Herranz, director de Interporc, ‘un claro ejemplo del compromiso con la sostenibilidad es la Certificación Bienestar Animal líder en Europa y en el mundo entero, que avala las buenas prácticas llevadas a cabo en esta materia, así como en bienestar animal, sanidad, bioseguridad, manejo de los animales y trazabilidad, en todos los eslabones de la cadena de valor del porcino de capa blanca de España’».
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