cartas al director

c María Luisa Martínez González quiere expresar su ‘Agradecimiento’: «A través de esta carta quiero agradecer a todo el personal de la planta 11 del Hospital de León la profesionalidad, el cariño y la constante información que tuvieron conmigo y mi familia durante los cinco días que estuve ingresada por el covid-19. Ellos hicieron posible que pese al estado tan delicado que tenía al ingresar, hoy me encuentre en casa, de nuevo, para continuar la recuperación. Muchas gracias a todos».

c Rubén escribe del lobo: «Mucha gente, entiendo que desde el desconocimiento, se alegra de que se haya prohibido la caza del lobo en España y la caza en general en los parques nacionales. Se alegran, imagino que pensando que ya no van a morir más animales, que la prohibición de su caza significará un brutal aumento de sus poblaciones, lo que les permitirá observarlos en cualquiera de sus salidas campestres el fin de semana, incluso que desde los parques infantiles de algunos cascos urbanos sus hijos podrán disfrutar del lobo merodeando sus alrededores, igual que actualmente pasa con los jabalíes. Nada más lejos de la realidad.

El actual plan de gestión cinegética del lobo está permitiendo su crecimiento demográfico, así como su expansión territorial, por no hablar del beneficio económico que deja en las zonas donde se practica su caza y de la aceptable convivencia con el sector ganadero. ¿Por qué entonces hay necesidad de cambiar algo que funciona?

Pues no hay otra explicación que por motivos ideológicos. La realidad es que la administración va a seguir matando lobos para regular sus poblaciones, pero en este caso por funcionarios pagados por todos. Si las poblaciones de lobo aumentan, de manera que los ganaderos se vean afectados por sus ataques en mayor medida que en la actualidad, habrá que pagar más indemnizaciones y volverán a nuestros montes los venenos, las trampas, los furtivos…

Lo mismo pasa con la prohibición de la caza en los parques nacionales, se van a seguir regulando las poblaciones, se van a seguir matando jabalíes, corzos, venados, pero con un millonario coste para las arcas estatales, para nuestros bolsillos. Por no hablar de la brutal pérdida de ingresos y puestos de trabajo en las zonas rurales.

Señores ‘animalistas’, abran los ojos, la naturaleza no es la que nos enseña Disney o el cuento de Caperucita Roja, los animales van a morir igual, la única diferencia es la mano que lo va a ejecutar y las enormes cantidades de dinero que nos va a costar. Hay que regular las poblaciones animales para poder convivir con ellas, para evitar accidentes de tráfico, para que no aparezcan enfermedades que no entienden de cupos, sexos, edad o períodos de cría y que pueden transmitirse a nuestras cabañas ganaderas, para que la sobrepoblación de herbívoros no acabe con especies forestales en declive y en especial protección…

Hay que darse cuenta que en España la naturaleza en estado totalmente salvaje no existe, la hemos colonizado urbanizándola, no solo con carreteras, autovías, viviendas, polígonos industriales… sino también con terrenos de cultivo, explotaciones forestales, ganaderas, mineras… y tenemos que regularla de la manera menos lesiva posible para asegurarnos una correcta y equilibrada convivencia con ella.

La caza moderna, se basa en la sostenibilidad de las especies animales y del medio en el que habitan, todo ello plasmado en los obligatorios Planes Técnicos de Caza que cada coto ha de formalizar, apoyándolos en estudios científicos y técnicos. Por eso la caza es la mejor manera de realizar la gestión de nuestras especies animales, además de crear empleo, ser un importante motor económico en diversos sectores y aportar riqueza a nuestros pueblos para que podamos seguir disfrutando de ellos.

Mientras exista la caza, seguiremos disfrutando de los animales sobre los que se practica y seguiremos disfrutando del lobo».

¿Apoya la iniciativa del Gobierno para prohibir la

caza del lobo en todo el territorio nacional?

SÍ 58%

NO 42%

Cree que deberían relajarse las medidas anticovid en Castilla

y León como ya

se hace en otras autonomías?