EL CHOCOLATE DE LEÓN

Es una de esas empresas centenarias de la provincia con solera y, sobre todo, con mucho sabor. Todo se lo ha ganado por méritos propios, a base de esfuerzo y apostando por la calidad. Por eso Chocolates Santocildes es el chocolate de León.

Una empresa familiar dedicada en cuerpo y alma a la elaboración de chocolate artesano y, al mismo tiempo, apostando por la calidad sin dejar de lado la innovación.

Con mucha ilusión, Santocildes presenta, con la llegada de la Navidad, su nuevo turrón de chocolate. De esta forma, siguen adelante con su apuesta de sacar algo nuevo cada año, si bien suelen hacerlo en la Feria de Productos de León, que a causa de la pandemia no ha podido sumar una nueva edición. Es su forma de lanzar un mensaje de esperanza a los leoneses en tiempos revueltos. «Es nuestra forma de contar a todo el mundo que León no ha muerto, que seguimos aquí», explica Patricia Fernández Castaño, parte de la quinta generación que lleva las riendas ahora de esta empresa que tiene sus raíces en Castrocontrigo.

Esta nueva delicia navideña se presenta en dos variedades: una de chocolate con leche y otra de chocolate puro. Ambas están cargadas de cacao; la primera en un 41%, mientras que la segunda lleva un 75%.

Las dos guardan una grata sorpresa en su interior: crocanti de almendra mediterránea y arroz inflado recubierto de naranja. Toda una tentación dulce que no dejará indiferente a nadie. Un deleite para los sentidos. Se trata de una nueva vuelta de tuerca al tradicional turrón de chocolate, que se convierte en imprescindible en muchos hogares durante estas fiestas, y darle un toque que lo haga diferente.

Se presenta en formato de 200 gramos y con un cuidado estuchado acorde a las fiestas que están por llegar. En el de chocolate con leche domina el color dorado, al igual que en la etiqueta, donde también cobra protagonismo el negro. El chocolate negro se luce en el mismo color, pero con un brillo especial que invita a disfrutar la Navidad como nunca.

Y es que estas fiestas se han vivido desde siempre con mucha ilusión y así quieren que siga siendo en Chocolates Santocildes, desde cuya fábrica siguen saliendo nuevos productos con el firme propósito de endulzar vidas y acercar sueños. Así ha sido desde que Juan Francisco Fernández y su hermano Fernando expandieron este negocio chocolatero tras heredarlo de su abuelo David, cuando se dedicaron a ir de pueblo a pueblo y de ciudad en cuidad para mostrar cómo se hacía el chocolate de verdad. Ellos abrieron el camino a sus sucesores, que piensan seguir ‘dando guerra’ muchos años más.