Cómo se forja un héroe

efe

Los ojos de Mitra, publicada por la editorial Talón de Aquiles el pasado verano, coloca la fotografía, la vocación y al campo bravo de Castilla y León como protagonistas. Escrito por Carlos Cuesta, sus páginas combinan la simbología y mitología asociada al toro con el espíritu de los relatos heroicos del mundo antiguo. El resultado es «una obra literaria contemporánea, entretenida, seria e inspiradora sobre sacrificio y trascendencia».

La trama se inicia con los intentos de un fotógrafo y exfutbolista de élite por rehacer su vida después de las lesiones que pusieron fin a su carrera. El encuentro de este personaje, Ismael Sánchez, con el torero maldito Francisco Vega hará nacer en él una obsesión, «la de convertir a un hombre mortal en la figura más grande de su tiempo». «Han sido nueve años de escritura y experiencias para dotar de solidez a este relato. El trabajo de escritor es muy solitario pero en este caso tengo que agradecer la ayuda incontestable de los centenares de personas que ya han leído la novela, y otras tan singulares como Antonio López, de la sastrería madrileña Fermín, que vistió a José Tomás», ha recordado el autor. También ha recordado al promotor de turismo taurino Sergio Hernández, «gran guía en este viaje con tantos descubrimientos», o la artista Anna Nelubova, quien cedió la ilustración de portada. «Que Jorge Manrique pasé hoy por esta librería para darme su apoyo y recoger su ejemplar, es una prueba más de generosidad que le agradezco enormemente. Uno no puede anticipar que escribir una novela vaya a darle tanto trabajo y satisfacciones», ha añadido el autor de Los ojos de Mitra. Esta novela surgió, como ha explicado, del deseo de hablar «de la vocación y del legado individual y colectivo que puede dejar una persona». Las profesiones de ambos protagonistas, pero esencialmente la de Francisco, permite llevar estos conceptos al extremo y abordarlos desde la fascinación que provoca la celebridad, según explica el novelista vallisoletano.