crucero y puestas de sol
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En Calzadilla de los Hermanillos comienza la cuarta etapa de este peculiar recorrido de Diario de León. Perteneciente al municipio de El Burgo Ranero, cuenta con otro de los grandes hitos del Camino. Se trata de el Crucero, tras el cual está el albergue de peregrinos.
La ermita de Nuestra Señora de los Dolores cobija en su interior una imagen de la virgen que es muy venerada por los vecinos del pueblo. Es posible que esta construcción sea rehabilitada de cara al año que viene, al igual que la plaza de su entorno, según apunta Gerásimo Vallejo, alcalde del municipio.
La iglesia de San Bartolomé merece también una parada para admirar la recuperación de parte de la calzada romana, de los miliarios y los restos de columnas y piedras de la zona.
Desde aquí, el trazado continúa hasta Mansilla de las Mulas, donde se vuelven a juntar el Camino Francés y la antigua calzada romana de los peregrinos.
En el Burgo Ranero se deja la calzada romana y se sigue el trazado del Camino Francés. El albergue de peregrinos da la bienvenida al visitante y llama la atención por los materiales utilizados en su construcción, que respeta la arquitectura tradicional de la zona.
En la calle Real se ubica la iglesia de San Pedro, construcción con ladrillo mudéjar y numerosos elementos tradicionales.
La laguna Manzana tiene una curiosa historia según la cual hasta aquí llegó un peregrino a última hora del día, cuando todas las casas estaban ya cerradas. Un niño le ofreció su vivienda como cobijo pero le advirtió que iba a dormir poco con los ruidos de ranas y batracios de la laguna. Ante la hospitalidad del pequeño, el hombre quiso agradecer el gesto entregándole una manzana e indicándole que se la comiera y que, cuando sólo le quedase el corazón, lo arrojase a la laguna. Cuenta la leyenda que desde aquel día desaparecieron los ruidos de este paraje, desde donde se puede disfrutar de unas estupendas puestas de sol.