Cuando el hogar deja de ser la mejor opción
Los dos Centros Buendía de León cuentan con 130 plazas en las que los residentes son los protagonistas de su propio proyecto de vida
Todas las actividades están pensadas para mantener una vida independiente. DL
Permanecer en el hogar familiar es la mejor alternativa para las personas mayores, pero no siempre es posible y llega un momento en el que la opción residencial es el mejor recurso para un cuidado de calidad. Los dos centros Buendía de León, con una experiencia de 22 años en el cuidado y atención a las personas de mayor edad, ponen a disposición de los mayores y sus familias 130 plazas residenciales en Eras de Renueva y el barrio La Sal de León, situados en enclaves urbanos con todos los servicios de los barrios accesibles. «Los centros Buendía ofrecen una alternativa al hogar familiar basándonos en la atención centrada en la persona. En cada uno de nuestros centros ofrecemos la misma fórmula de calidad humana y profesional», explican desde la dirección. «Esta fórmula sitúa al residente como protagonista de su propio proyecto de vida. Participará de forma activa en la elaboración y coordinación de actividades que llevará a cabo dentro del centro. Le ayudaremos a buscar las estrategias necesarias para que pueda seguir llevando el control de su propia vida, a través del conocimiento, apoyo y respeto de sus decisiones y preferencias en relación con su vida».
Los profesionales de atención directa y el personal técnico del centro trabaja los apoyos y estimula la convivencia y los vínculos afectivos entre los miembros del hogar. «La familia forma parte natural de la vida y por ello también serán un elemento fundamental en la vida del centro», que cuenta con servicio médico, enfermería, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y trabajador social. El servicio de peluquería y podología es externo, la peluquera atienden en el centro dos veces a la semana y la podóloga una vez al mes como mínimo.
Los dos centros cuentan con cocina propia que elabora diariamente los distintos menús, siendo variados y ofreciendo cada día dos cartas alternativas para que el residente pueda elegir, además de la atención y elaboración de dietas personalizadas siguiendo criterio médico.
La terapeuta ocupacional realiza valoraciones funcionales individuales para comprobar la capacidad del usuario para realizar rutinarias como la alimentación, el vestido, el aseo, sus preferencias, gustos, hobbies, entre otros, y está pendiente de la evolución de los niveles de dependencia o independencia que presenta en las diferentes actividades para actuar cuanto antes y favorecer su autonomía.
El servicio de fisioterapia es muy importante para las personas de edad avanzada. Las terapias que realiza la fisioterapeuta con los residentes consiste en gimnasia de mantenimiento, movilizaciones, crioterapia, mesoterapia, termoterapia y las específicas que requieran los usuarios de manera individualizada, un servicio que evita los desplazamientos.
Todas las actividades que se organizan se realizan de manera individual y grupal por lo que los residentes realizarán las terapias individuales adaptándose a sus preferencias y necesidades, y las grupales creando sinergias y fortaleciendo el sentimiento de comunidad y pertenencia dentro del centro.