Dentro de 357 días por fin volverá a ser Martes Santo

El patio de servicio del Hogar San José que regentan las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de la Calle Corredera de León, quedó en silencio. No resonaron los nombres de braceras y braceros a pie de paso ante las imágenes de Jesús Preso, el Cristo del Perdón, el Cristo de la Esperanza o la Madre de la Paz; las puertas de la prisión de Mansilla no se abrieron para que se vistiera de libertad uno de sus internos, ni habrá presos con permiso especial de la mano de Cáritas, para pujar el paso de la Condena.

Pero allí estuvimos de pensamiento todos los hermanos y hermanas del Perdón. Ante la catedral, en el Locus apellationis no sonaron las campanas, ni hubo proclamación de indulto, ni se cantó el Himno al Cristo del Perdón por el Orfeón Leonés. Pero allí estuvo el recuerdo de 30 almas que se sintieron libres un día como ayer.

No pudimos cruzar el río, ni oír el tañir de las campanas de San Francisco en la Vega, pero resonaron en nuestro interior las campanas de días de Martes Santo pasados y allí estuvieron los recuerdos; los nuestros y los de los parroquianos que todos los años hacen posible el reencuentro y la acogida al liberado.

Cuando finalizó el día, hicimos oración recogidos en la iglesia de nuestros hogares, y ofrecimos nuestro dolor y nuestra pena por los que padecen el dolor físico de la enfermedad, con la esperanza de que, en 357 días, el 30 de marzo de 2021 volverá a ser Martes Santo y todo habrá vuelto por fin a la dichosa normalidad.

JOSÉ MARÍA URDIALES

SANTO CRISTO DEL PERDÓN