La despedida del héroe leonés Superlópez

verónica viñas

Son 48 páginas y pueden ser las últimas. Bruguera publicara Sueños frikis en febrero, la que se anuncia como la despedida y la más épica aventura de Superlópez. Juan López Fernández, más conocido como Jan (Toral de los Vados, 1939), podría firmar el adiós definitivo de su personaje más famoso, encarnado en el cine por Dani Rovira. Magos, castillos, trolls y dragones acompañarán a Superlópez en una historia en la que el dibujante denuncia el bullying y el machismo.

En noviembre apareció la anterior historia, Juegos de ballenas, donde Jan —cuyos cómics siempre abordan cuestiones de actualidad y no exentas de crítica— ponía en evidencia cómo algunos juegos en línea y las redes sociales usados con intención malévola pueden empujar a muchos jóvenes a las más peligrosas acciones. Un caso que llevaba a Superlópez a salvar una ballena y, con su ayuda, desbaratar una vez más los planes del peligroso Refuller d’Abastos.

Solo alguien con un gran sentido del humor usaría un apellido corriente —el suyo— para un superhéroe de altos vuelos. Un perdedor de mediana edad, chapucero, narizotas y propenso a embarcarse en aventuras por casualidad. El personaje tierno y patoso creado a principios de los 70 por el dibujante leonés podría colgar ‘la capa’. Un paladín que lleva casi medio siglo en activo sin envejecer un ápice. Es uno de los ‘poderes’ de uno de los personajes más carismáticos del cómic español,

Jan dio vida a Superlópez en 1973. En aquel momento nació como parodia del superhéroe de DC cómics Superman y era muy parecido al actual. Se trataba de historietas de una sola página, independientes entre sí. Ya en 1979 comienza una nueva etapa de Superlópez con Francisco Pérez Navarro como guionista, aunque a partir de 1980 se encargará definitivamente de la creación del dibujo y el guion el propio Jan.

Siendo un niño, Jan abandonó su Toral de los Vados natal rumbo a Barcelona, ciudad omnipresente en las historietas de Superlópez y lugar de residencia permanente del dibujante, a excepción de la década que trabajó en Cuba. «De Superlópez diría que de mí tiene el nombre y la intolerancia hacia las imposiciones», confesó Jan.

Quizá la clave del éxito y la longevidad del personaje es que siempre ha estado apegado a la realidad. Temas como la explotación de la gente en las minas de Sudáfrica, el chapapote, el reclutamiento de jóvenes por grupos yihadistas, las hipotecas, los desahucios, la crisis económica mundial y el botellón han desfilado por las viñetas de un superhéroe español que nació como burla al norteamericano. «Me tocó parodiar a Superman con instrucciones básicas de hacer chistes cortos, sin palabras y lo hice deprisa y corriendo, con línea de rotring sobre folios A4, porque me iba de viaje, y no tenía muchas ganas. En aquel momento no pensé que fuera a más», según Jan. Un héroe chusco y patético cuyo principal poder ha sido imponerse a su creador y al paso del tiempo.

Jan tarda cuatro meses en gestar cada historia de Superlópez: un mes para escribir el guion y tres para dibujarlo.

Más de seis décadas dibujando

Magos del Humor nació en el año 1984 en la editorial Bruguera, recuperando títulos que ya habían sido publicados en Ases del Humor, su antecesora. Dos años más tarde, en 1986, la editorial Bruguera cerró, por lo que solo llegaron a ver la luz los primeros doce volúmenes de la serie, pero en 1987 se retomó la publicación de la colección desde su primer número hasta hoy. Es en esta colección en la que aparecen por primera vez las inéditas aventuras de Mortadelo y Filemón y personajes clásicos como Zipi y Zape, de Escobar; 13 Rue del Percebe, Pepe Gotera y Otilio, El botones Sacarino, La familia Trapisonda y Rompetechos, de Ibáñez; o Los cuentos de tío Vázquez y La familia Cebolleta, de Manuel Vázquez, entre otros.

Superlópez es el más conocido, pero no el único personaje de Jan. Si en los ochenta se recuperaba su Pulgarcito, dos sellos han desempolvado recientemente a Cab Halloloco, Súper Rayón —inspirado en el Flash Gordon de Alex Raymond— y al atávico Don Talarico, del que hace unos meses publicó una nueva aventura.

Amaníaco Ediciones se ha encargado de rescatar la serie ambientada en la Reconquista, donde el valeroso Don Talarico pasará mil y una peripecias. Súper Rayón es un cómic que Jan empezó en 1981 y ha acabado durante la pandemia. Lo publica la Editorial DQ, que dirige José Luis Córdoba, editor de la desaparecida revista Playboy y exdirector general del Grupo RBA. Súper Rayón aparecía en la única historieta erótica de Jan, titulada Laszivia, donde la tripulación de la astronave María de la O tiene la misión de explorar un planeta con forma de mujer. 37 años después, ha llegado a las librerías la continuación de Laszivia, la aventura titulada Se busca personaje, en la que un hombre responde a un anuncio de prensa para trabajar de personaje de cómic. En casa del historietista descubre que le ha abandonado su mujer y tiene el piso lleno de basura.... Unos basureros le devuelven la mesa de dibujo y la inspiración. Así regresa Súper Rayón, defensor de la Humanidad, con su sede en la planta 69 de un edificio de Hospitalet.

Que Jan tiene una legión de seguidores quedó probado en 2015, con la publicación del primer libro que aborda su trayectoria: Jan. El genio humilde, donde un grupo de expertos hace un recorrido por la vida del dibujante. La publicación incluía 72 páginas de historietas de la etapa cubana de Jan. Viñetas ‘desconocidas’ que fue muy difícil y laborioso recuperar.

Gracias a Tebeosfera, Jan se ha equiparado con otros ilustradores de su talla, como Vázquez o Escobar, que ya tenían biografías y que, al igual que él, han parido personajes que han dejado huella en varias generaciones de amantes del cómic.

Los seguidores de Jan recordarán a personajes suyos como Doroteo (publicado en las revistas DDT y Tío Vivo), Felipe Gafe (Tío Vivo, Sacarino y Súper Sacarino), el alienígena Trok Trok, Los últimos de Villapiñas, Lurgk de Turgk, Superióribus, Supertron y Pun Tarrrota. Jan ha dibujado además cómics del famoso Tadeo Jones.

Otro de sus personajes más recordados, recogidos en la obra de Tebeosfera, y recuperados por Ediciones B, es Pulgarcito, una serie infantil que encabezó el relanzamiento de la revista del mismo nombre.

Como lector, se confiesa admirador de Lewis Carroll o Boris Vian, y también Thomas Mann, así como autores de ciencia ficción como Asimov, Bradbury… pero el libro que más veces ha releído es el Quijote.