La dulzura de educar en innovación y valores

El colegio Santa Teresa está ubicado en pleno casco histórico de León. En este lugar privilegiado se sitúa un edificio emblemático con un torreón del siglo XII como centro del patio de recreo y alrededor del cual han pasado ya más de cien años formando personas íntegras felices y capaces de transformar la sociedad.

«El colegio es nuestra casa, tu casa y así lo sentimos y lo hacemos sentir a quienes entran por cualquiera de las tres puertas de acceso al centro. Pero no estamos solos, formamos parte de algo mucho más grande, la Red de Centros de la Institución Teresiana con la que compartimos identidad y misión», señala Ana Puerta Oviedo, directora Colegio Santa Teresa León.

15 colegios y un mismo sueño: educar poniendo al alumno en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. «Ofrecemos una propuesta educativa humanizadora de raíz cristiana. Un colegio grande en valores que educa a personas del futuro con la cabeza y el corazón en el momento presente», añade.

Otros aspectos que destaca el centro es el ser una escuela inclusiva en el que se permite a los alumnos tener su espacio y desarrollarse a nivel personal, social y académico. También resaltan el ser un colegio familiar y acogedor en el que alumnos y familias son acompañados a lo largo de todo el proceso escolar. «Contamos frecuentemente con su participación para diferentes actividades y facilitamos la conciliación laboral con servicios como la recogida de alumnos para evitar que tengan que acceder al casco histórico, el transporte escolar, el programa de madrugadores, una amplia oferta de actividades extraescolares, el comedor con cocina propia, etc».

La Innovación es uno de sus pilares: «Buscamos una educación acorde con la realidad que nos rodea. Integramos las TIC y las metodologías activas en nuestro día a día. El profesorado está en continua formación para mantenerse actualizado. Asimismo, los Proyectos de Aprendizaje son nuestra seña de identidad. Es una metodología en la que se construye el aprendizaje con las aportaciones del alumnado, protagonista esencial, junto con las del profesorado, las familias y los agentes o las entidades externas. Creemos que el aprendizaje debe partir de los intereses de los alumnos y ellos deben ser los protagonistas de este proceso. Por este motivo, fomentamos su autonomía a través de métodos educativos basados en la autorregulación del aprendizaje».

El otro es la internacionalización. Como conscientes de que la educación se debe adaptar al mundo plurilingüe y multicultural actual, por lo que participa en proyectos como Erasmus+, eTwinning, Célula Europa, experiencias de inmersión lingüística, intercambios, portfolio europeo de las lenguas, etc. Así como el ser una escuela asociada de la UNESCO y eTwinning School.

Más aspectos son los relacionados con la educación en valores: «Nuestro objetivo es educar a hombres y mujeres íntegros que hagan de nuestro mundo un lugar mejor. Pedro Poveda, nuestro fundador, nos dejó un gran legado que se ha convertido en nuestra misión. Con dulzura se educa, con dulzura se enseña... con dulzura se hace todo lo bueno».

Un colegio que EDUCA en mayúsculas. Educar es respetar la individualidad y la autonomía de los alumnos; abrigar sus sueños y destapar sus miedos; alimentar sus talentos y sus pasiones; sus capacidades y la independencia.