Enfermera en tiempos del cólera

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Hamburgo, 1892. El cólera se adueña de la ciudad y se cobra miles de víctimas. Cuando la madre de Martha muere, es la joven quien debe garantizar la supervivencia de la familia. Proveniente de uno de los barrios más pobres de la ciudad, consigue hacerse con un puesto de aprendiza en el Hospital de Eppendorf, donde trabaja duro hasta ascender a enfermera quirúrgica. Mientras los médicos intentan ganarle la batalla al tiempo, Hamburgo se enfrenta también a una convulsa época de cambios políticos: los trabajadores del puerto se declaran en huelga, las mujeres luchan por el derecho al voto y por mejorar sus condiciones de vida. Este es el argumento de La enfermera del puerto (Editorial Maeva), de Melanie Metzenthin.

Martha se une al movimiento feminista, pero también combate en un frente mucho más personal, pues no solo ha descubierto el amor por la medicina, sino también —y en contra de las estrictas reglas del hospital— por un joven médico.

A Martha le gusta trabajar como enfermera. Pero también necesita el trabajo para mantener a su padre y a su hermano pequeño después de que su madre muera de cólera y su padre no pueda seguir trabajando en el puerto tras un accidente. Sin embargo, no se le permite casarse. Solo las mujeres solteras podían trabajar como enfermeras.

Además, muchas niñas de los barrios pobres no tienen más remedio que prostituirse, aunque sólo sea porque sus padres las obligan a ello. Y las niñas nacidas fuera del matrimonio no tenían otra opción de todos modos, porque la «vergüenza» de su nacimiento se aferraba a ellas, mientras que los niños nacidos fuera del matrimonio podían trabajar como recaderos, por ejemplo, y ganar un dinero «decente».

Martha establece contactos con personas que quieren abolir estas injusticias. Lucha por los derechos de los trabajadores, de las mujeres en general, ayuda a los niños de familias pobres y también a las prostitutas.

A pesar de no tener estudios, se educa a sí misma en todo momento, agudiza el oído, y se forma sus opiniones. Nunca se olvida de sus amigos, y especialmente de su amiga Milli, que tiene que ganarse la vida como prostituta. Incluso cuando se forma para convertirse en una enfermera respetable, nunca olvida sus orígenes y está dispuesta a dar la cara por sus amigos aunque eso dañe su reputación. Una excelente novela ambientación en el puerto y los barrios más pobres de Hamburgo durante la epidemia de cólera en 1892, con detalles muy interesantes sobre la práctica médica de la época.

La escritora Melanie Metzenthin vive en Hamburgo, donde trabaja como psiquiatra y psicoterapeuta. Compagina la práctica médica con la escritura y ha publicado numerosas novelas, tanto históricas como thrillers psicológicos, algunas bajo seudónimo. La autora se basa en su larga experiencia profesional para crear personajes muy creíbles, y en su amor e interés por su ciudad para conseguir una ambientación realista. En 2020 recibió el premio de literatura DeLiA.