Diario de León

ESTÍMULOS DE LA MORTALIDAD

Hacernos conscientes de nuestra propia mortalidad, enfrentarla y aceptarla en vez de negarla, puede ser fuente de claridad, energía, liberación, coraje o estímulos, para orientar nuestra vida y llenarla de sentido, según una experta en liderazgo y motivación

ERNESTO GUZMÁN JR

ERNESTO GUZMÁN JR

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León

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La épica es un género literario constituido por los relatos de hazañas y aventuras de grandes héroes. Esta palabra también se utiliza para referirse a todo aquello considerado grandioso o fuera de lo común. Parece un concepto alejado de nuestra realidad o reservado a unos pocos, pero ¿en qué medida podríamos aplicarlo a nuestras vidas? Para la asesora experta en desarrollo de liderazgo y aprendizaje organizacional, Magda Barceló, llevar una vida épica no solo es posible, si no también deseable.

Barceló asegura que una de las claves para lograr Tu vida épica — tal y como se titula su nuevo libro— consiste en tomar consciencia de nuestra propia mortalidad, tenerla presente y utilizarla como palanca de crecimiento personal, en lugar de ocultarla o negarla. «Nuestra condición de seres mortales es una de las reglas básicas de la vida que podemos aprovechar para construir la forma en que queremos vivir», de acuerdo a esta experta en crecimiento personal (https://magdabarcelo.com).

Barceló considera devastador que nuestro tiempo aquí sea limitado, «pero si llevamos esta verdad al centro de nuestro ser conectaremos con una liberación y un coraje que nos sustentarán de forma permanente», reflexiona. «Tu condición temporal en este planeta va unida al sufrimiento, pero también es una fuente de claridad y energía que te lleva a preguntarte, como hizo Rob McNamara, expresidente de Ford Motors y Secretario de Defensa de EEUU: «¿Qué podemos hacer que tenga sentido ante la inevitabilidad de la muerte?», señala. «Sin embargo, la mayoría de nosotros no nos enfrentamos a la muerte y vivimos fingiendo que no existe, como si fuera una verdad lejana e incómoda, diciéndonos que no nos atañe, que todavía está lejos de nuestro horizonte», admite Barceló. «Pero tú, al igual que todos, tienes los días contados. No importa cuánto te cuides, te esfuerces o ignores este hecho», sentencia. «Vivir de espaldas a la muerte negándola o tratando de no pensar en ella, nos ata a la ilusión de que tenemos tiempo y eso es falso, porque el tiempo no lo tenemos, no se puede almacenar», advierte Barceló, en entrevista con Efe.

«Cuando consciente o inconscientemente negamos la muerte, hay una parte de nuestro ser que permanece dormido, anestesiado. Es como si no estuviésemos vivos del todo», recalca. «En cambio, asumir la muerte propia y de todas las personas y llevarla a menudo a la conciencia nos devuelve a la realidad, nos permite tocar con los pies en el suelo. Nos transmite la verdad de la no permanencia», señala. «La muerte nos ayuda a diferenciar aquello que tiene sentido en nuestras vidas de lo que es superfluo, y actuar en consecuencia. También nos brinda tres regalos que ilumina nuestra existencia: la claridad, la compasión y la determinación», enfatiza.

«Los días de Halloween y Difuntos son fechas propicias para reflexionar sobre todo esto e intentar cambiar nuestra visión de la muerte de un modo que ayude a nuestro crecimiento personal», según explica Barceló.

CLAVES PARA INTIMAR CON NUESTRA MORTALIDAD

«Ser conscientes de nuestra condición de seres mortales es la mejor forma de estar conectados con esta realidad y convertirla en una fuente de sabiduría permanente», señala la experta, quien recomienda las siguientes pautas prácticas para intimar con la muerte en el día a día e incorporar sus regalos a nuestra vida:

1Cuando te levantes por la mañana, pregúntate: ¿Qué voy a hacer hoy, y cómo voy a hacerlo, sabiendo que mi vida no está garantizada?

2Al final del día, antes de irte a dormir pregúntate: ¿Si me fuera a morir esta noche, habría aprovechado bien mi día? Considera si hoy has aprovechado y honrado tu vida. Toma nota de las respuestas y, cuando al día siguiente te levantes, aplica las lecciones de la noche anterior.

3Cuando fallezca un familiar o persona cercana, date permiso para sentir el impacto. Deja que te llegue la pérdida con toda su magnitud, marcándote para siempre con sus aprendizajes.

4Cada vez que te encuentres con alguien, considera que tal vez sea la última vez que le veas. Hazlo también con tus personas cercanas. Date cuenta de cómo cambia la naturaleza de la interacción, al interiorizar esta verdad en ti.

5Cuando te sientas apegado a algo, ya sea a una relación, persona, objeto o posesión, date cuenta de que no podrás llevártelos cuando te mueras. Deja que esta consciencia te ayude a abrir la mano, la mente y el corazón, deshaciendo con este gesto el apego.

6Cierra los ojos e imagínate en tu lecho de muerte. Imagínate y siente en tus células que la llama de tu vida está a punto de apagarse. Desde este espacio, mira atrás en tu vida y fíjate en lo que ves. Pregúntate por aquello que te hace sentir orgullo, y por aquello de lo que te arrepientes. Traslada los aprendizajes fruto de tus respuestas a tu vida actual.

7Considera tus modos de negar la muerte, por ejemplo dar por sentada tu vida o la vida de otros, entretenerte con distracciones, evitar mirar dentro de ti y conectar con lo que de verdad importa. Observa cómo se manifiestan esas negaciones en tu vida y date cuenta de que ninguna de ellas funciona del todo.

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