Una gran marea de disfraces y diversión

Cada año más. El desfile mayor de carnaval de la tarde del sábado de Santa María del Páramo continúa creciendo hasta límites que parecen no tener fin. Nada menos de 1.630 personas pertenecientes a grupos llegados de toda la provincia participaron ayer llenando las calles de música, alegría y color con la única pretensión de divertirse. Nada más y nada menos. Y es que en Santa María del Páramo no hay premios, ni concursos. El Ayuntamiento los quitó hace años para evitar competencias y suspicacias. A cambio ofrece cinco euros a cada participante y 150 a cada carroza con música. Y el tiempo ha revelado que ha sido todo un acierto.

Decenas de personajes de los más variopintos recorrieron ayer las calles de Santa María del Páramo ante un numeros publico que abarrotaba las aceras al paso de la comitiva. Brujas y arlequines, payasos y jugadores de distintos deportes, indios, trogloditas, piratas con su barco, monjes, damas de cabaret, aviones, colegiales, vikingos... un sinfín de personajes más sorprendieron a las presentes. Carnaval en estado puro. Una fiesta del disfraz y el jolgorio. Después, la noche se hizo larga trasladándose a los bares y locales de la localidad.

Mañana tendrá lugar el desfile infantil que partirá de la plaza de La Fuente a las cinco de la tarde. Será un día más íntimo, casi sólo para los grupos locales con los niños como protagonistas.

El entierro de la sardina pondrá el punto final a las celebraciones el miércoles, dando paso así a los rigores de Cuaresma.