Hombre de palabra

—¿Dónde se hace más política, en Camponaraya o en el Palacio de los Guzmanes?

—La Diputación es una agrupación de municipios. Lo que puedo hacer en Camponaraya lo puedo hacer en la Diputación.

—¿Y si le digo que elija?

—Me quedo con el Ayuntamiento.

—Amante del Bierzo, ¿con qué otra zona de León le engañaría?

—No podría definirme por una zona determinada. Lo digo siempre, toda la provincia tiene lugares excepcionales. Es una pena que los leoneses y leonesas no conozcan bien la provincia.

—¿La moderación es un valor a la baja?

—Bueno, entiendo que vende mucho más la agresividad de cara a la galería. Yo creo que soy de un perfil bajo porque me gusta más trabajar en el despacho y hacerlo público cuando madura. Hay gente que tiene otra forma y son partidarios de titulares o algaradas.

—Si le digo que tiene la posibilidad de incorporar a su equipo a alguien del PP, ¿a quien elige?

—Si se refiere en la Diputación, es un equipo que ha estado años en la institución y posiblemente por la trayectoria que tienen no me aportarían nada especialmente nuevo. A nadie.

 —¿Y con quién tomaría el vermut?

—Con cualquier miembro de la corporación porque siempre he tenido claro cuál es la parte política y la parte personal. Tengo buena relación con todos.

—Es usted un hombre de palabra, ¿La rompería si beneficiase claramente a León?

—No, creo que no es necesario romper la palabra para beneficiar a la provincia.

—¿Aunque supusiera que otro partido gobernara León? 

—Tendría que ser algo excepcional. Yo me considero un hombre de palabra y procuro ser fiel a lo que digo y a lo que hago.