Diario de León

«La Junta pretende mejorar con los ARUs la calidad de vida de sus habitantes»

Jesús F. Salvadores

Jesús F. Salvadores

León

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—¿Cuál es la solución para barrios degradados y población envejecida que plantea la Junta?

—Trabajar por mejorar la calidad de vida de sus habitantes revitalizando los espacios comunes de encuentro (las plazas, los parques, los jardines, el mobiliario urbano...) y sobre todo rehabilitando sus hogares. La Junta va a poner a disposición de los Ayuntamientos fondos procedentes de la UE, que vienen con el objetivo de rehabilitar nuestros barrios más necesitados. Y desde la Junta lo haremos pensando, en primer lugar, en los más vulnerables. Para ello seguiremos los criterios de vulnerabilidad que ya tenemos aprobados en la Estrategia de Regeneración Urbana de Castilla y León de 2016 y priorizaremos la recuperación de los entornos residenciales más degradados, no solo físicamente, sino también social y económicamente, y se dotarán de fondos para que los propietarios rehabiliten sus viviendas con criterios de eficiencia energética y los Ayuntamientos puedan mejorar los espacios dotacionales que les rodean. En los próximos cinco años la Junta va a disponer de más de 48 millones, que se suman a los 309 que ya hemos dedicado la última década a financiar la rehabilitación de más de 13.000 viviendas, gracias a la puesta en marcha de 95 áreas de regeneración y renovación urbana. Todo ello se hace siempre pensando en las personas más vulnerables. Y los mayores tienen reconocida esa condición en nuestra ley de vivienda.

—¿Considera que son un modelo a exportar?

—Por supuesto. La Junta ha demostrado veteranía y buen hacer en la recuperación de áreas urbanas. Más de 50 municipios de Castilla y León han mostrado interés en estas áreas y ahora vamos a trabajar con ellos para que conozcan en detalle las peculiaridades de la nueva normativa. En diciembre haremos una jornada informativa en la sede de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente con el fin de informar a los alcaldes y a sus técnicos, y aprovechar los fondos europeos.

—¿Cuál es el objetivo de los ARUs planteados para Ponferrada y Pinilla?

—En ambas áreas de regeneración urbana se pretende mejorar la calidad de vida de sus habitantes, evitando escalones de calidad en las ciudades. En el ARU Ponferrada se rehabilitarán 150 viviendas con 4 millones (1,8 de la Junta; 1,4 del Ayuntamiento, 376.000 euros del Gobierno y 337.000 euros de particulares) para mejorar el aislamiento térmico de fachadas, sustituir carpinterías y hacer sostenible el medio urbano en cuanto a la circulación rodada perimetral y la jerarquización viaria, además de renovar la red de abastecimiento y saneamiento, soterrar instalaciones eléctricas y sustituir la iluminación exterior por tecnología LED.

En el ARU Pinilla de San Andrés del Rabanedo, en una primera fase se rehabilitarán 72 viviendas con un coste de 1.986.764 euros (1 millón de la Junta, 208.000 euros del Ministerio y 773.000 euros del Ayuntamiento). La intervención se centra en resolver los problemas de accesibilidad horizontal y vertical de los bloques, mejorar su envolvente térmica, la compatibilidad de usos que permitan albergar dotaciones asistenciales y mejorar infraestructuras y servicios de abastecimiento, saneamiento, reurbanización y en algunos casos ampliar la superficie construida de las viviendas.

—¿Los ARUs se podrían extender a Villafranca del Bierzo, dado el deterioro de su patrimonio?

—Sería deseable, pero dependerá de si cumple los requisitos y si elabora la documentación a tiempo. Como ocurre en el resto de municipios de la Comunidad Autónoma. Le apoyaremos al máximo para que así sea.

—¿Estima mejor solución rehabilitar las viviendas de los mayores que financiar residencias, ya que la mayoría prefiere quedarse en sus casas?

—No son opciones incompatibles. Cada individuo debe decidir qué modo de vida prefiere. Lo importante es que las Administraciones pongamos recursos para que, quienes lo necesitan, puedan elegir lo que más le convenga. En todo caso, sí creemos en la rehabilitación que me comenta como solución. Por eso, junto a las áreas de regeneración urbana, la Junta convoca anualmente ayudas para la mejora de la seguridad y la accesibilidad de las viviendas y para la mejora su la eficiencia energética y sostenibilidad. Y en el caso de las ayudas para la mejora de la accesibilidad, tan necesarias para esta franja de la población, son particularmente los mayores de 65 quienes pueden optar a ellas, incluso si no son propietarios del inmueble. En estos últimos cuatro años desde la Junta se ha ayudado a que 3.500 hogares hayan mejorado sus condiciones de habitabilidad con ayudas que han superado los 13 millones. Pero es que, además, acabamos de proponer dar carta de naturaleza en nuestra legislación de vivienda a las ‘viviendas colaborativas’ como modalidad protegida, sabiendo que nuestros mayores demandan hogares que respondan a sus necesidades de vida.

—Explique el cometido de la vivienda colaborativa

—El ‘cohousing’ surgió en los países nórdicos como respuesta al problema del acceso a la vivienda para grupos vulnerables como los mayores por la escasez de suelo, la subida de precios, la merma de sus ingresos o la inestabilidad familiar. Busca que las personas con necesidades, intereses y objetivos comunes puedan desarrollar su proyecto de vida en hogares independientes, pero con zonas compartidas (cocinas, zonas de estancia y recreo...), sufragando también de manera compartida servicios esenciales (como la limpieza, la distribución de alimentos o el cuidado de su salud). Son lugares más inclusivos y sostenibles que facilitan la convivencia, la cooperación y el uso responsable de los recursos naturales y energéticos. Generan claros beneficios sociales, económicos y medioambientales. Por eso potenciaremos esta vivienda de protección que, sin duda, servirá para que los mayores puedan mantener una vida acorde a sus necesidades.

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