La labor callada de los tutores de empresas

Realizan una labor ardua y fundamental pero, generalmente, poco conocida de cara al ciudadano. Una labor callada a la que el Colegio de Titulares Mercantiles de León le quiere poner voz, la de los 200 colegiados que se encargan del asesoramiento fiscal, administrativo, contable y laboral de empresas y particulares; el 80% de ellos de manera independiente, desde sus propios despachos. «Nuestro Colegio agrupa tanto a los profesionales mercantiles que vienen de la antigua Escuela de Comercio, como a los expertos en finanzas, con titulaciones académicas como Ciencias Económicas y Empresariales», explica el decano del Colegio Oficial de Titulares Mercantiles, Antonio Jarrín.

Son auditores de cuentas, expertos contables, economistas y asesores fiscales, administradores concursales y asesores laborales y financieros que prestan servicio y tutela a unas 35.000 empresas. Un colectivo que, como corporación de derecho público, también desarrolla una estrecha colaboración con las administraciones públicas, especialmente como peritos contables judiciales, auditores de cuentas y asesores fiscales en sede judicial y ante el registro mercantil.

«El ciudadano, normalmente, lo único que palpa de nuestro trabajo es la realización de la declaración de la renta. No se da cuenta de que nosotros estamos detrás de esa carnicería a la que va a diario, que detrás de esta tienda de confección y de aquella fábrica hay siempre un profesional de nuestra rama», apunta Antonio Jarrín. Por ello, cuando hace cuatro años asumió el cargo de decano tomó la decisión de acercar la labor y la figura de estos profesionales al ciudadano de a pie. Este es uno de sus retos, como también lo son la formación y la lucha contra el intrusismo, ya que la digitalización es un objetivo alcanzado. « A estas alturas, la relación telemática con la Agencia Tributaria es de una fluidez absoluta», subraya el decano del Colegio de Titulares Mercantiles de León.

«La formación es lo más importante. Debemos estar formados y al día constantemente debido a la vorágine legislativa. Es algo vital para ejercer la profesión; de lo contrario se estaría ejerciendo con desconocimiento», afirma Jarrín. Por ello, el Colegio organiza diferentes actividades formativas que permiten actualizar a los profesionales al mismo ritmo que cambia la legislación. Así, además de los cursos impulsados por el Consejo General de Economistas (presenciales y online), también se organizan unas jornadas formativas en noviembre con profesionales altamente cualificados como ponentes. Y en mayo, se celebra cada año una jornada de formación sobre la Ley del IRPF.

Respecto al segundo reto: la lucha contra el intrusismo, la batalla sigue viva a la espera de conseguir que el Estatuto del Asesor recoja la obligación de estar colegiado para poder ejercer. Mientras esto no se regule, seguirá habiendo «personas sin titulación ni colegiación que lleven la contabilidad de una empresa», se lamenta Antonio Jarrín para, a reglón seguido, volver a poner el acento en lo que ha supuesto la digitalización. «La digitalización la hemos hecho nosotros. Nosotros somos los que hemos tenido que adaptar nuestros sistemas operativos, nuestro software y nuestros equipos informáticos para amoldarnos a esa digitalización que exige la administración», recalca.

Con todo ello, la profesión sigue adelante, adaptándose a la realidad de cada momento y manteniendo viva una historia de cien años, los que tiene el Colegio de Titulares Mercantiles.