La lucha por la libertad

alfonso garcía

Esta nueva e interesante novela histórica de Falcones alterna dos tiempos, lo que supone decir dos acciones, enlazadas, eso sí, por la presencia de dos mujeres que luchan por la libertad y la justicia en escenarios y épocas diversas. Esta alternancia provoca en el lector una gran curiosidad y una verdadera tensión por conocer el desarrollo y el desenlace, lo que significa una lectura ágil y gratificante, cualidades siempre de agradecer en cualquier narrativa, sobre todo de largo recorrido.

Kaweka es esclava, a finales del siglo XIX, en un ingenio cubano, propiedad de los Santadoma. Sus aventuras y desventuras muestran la cruel dureza de la esclavitud, cuyo maltrato determinó su «lucha contra los blancos y la esclavitud. La persecución de la libertad», que la llevaría más tarde a integrarse en el ejército rebelde que luchó contra España por la independencia de Cuba. La otra historia tiene como escenario un Madrid reciente. A la mulata Lita, hija de Concepción, «la criada mulata de toda la vida de la familia» Santadoma, le había tocado vivir tiempos difíciles. Los señores de su madre le ofrecen trabajo en su banco, sin duda «producto de la sangre de los esclavos». Queda desligada de esta familia durante el proceso de compra de su banco por otra entidad. ¿Era Concepción la mulata bastarda del hijo de los marqueses de Santadoma? Los hechos se precipitan, destinados a «horadar el prestigio de los Santadoma», familia que «había sustentado su riqueza en la esclavitud».

No desvelaré ninguno de los dos finales, acaso el único de un proceso histórico. Sí diré que, como la obra, es intenso y emotivo, a pesar de la crudeza de las situaciones en que afloran sentimientos, amor, sexo, peculiaridades vitales, pasión, amistad, sacrificio, odio… encerrados en personajes que acaban familiarizándose con el lector. Digamos que las acciones están tramadas con maestría, con el tono requerido en el proceso del relato; la prosa construida con rigor hace que la narración no decaiga, sino que se intensifique el ritmo, con diálogos precisos, excelentes descripciones y creación de ambientes.