Diario de León

En la mente de un asesino en serie

l El vallisoletano César Pérez Gellida regresa con ‘Nos crecen los enanos’

Pie de fotoQuam tat, num ips, sil cul vidiu vitrum iptilicivil veri pereissulus igna sidervica re ina

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León

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eva batalla

Pérez Gellida (Valladolid, 1974) presenta este nuevo thriller, ligado a sus dos novelas anteriores (Astillas en la piel y La suerte del enano) al compartir protagonistas, como el exitoso escritor Álvaro Vázquez o la inspectora Sara Robles, que han evolucionado y se ven inmersos en una historia con una sucesión frenética de acontecimientos y giros inesperados, junto a «grandes» personajes secundarios que hilan la trama. La historia parte del descubrimiento de dos cadáveres en un pinar de Valladolid, cuya autopsia desvelará que uno de ellos es el principal sospechoso de unos crímenes acaecidos en el municipio de Urueña varios años atrás. Ese hallazgo trunca la línea de investigación llevada a cabo hasta ese momento por las fuerzas de seguridad.

A ello se suma la aparición de varios cadáveres en diferentes puntos de España, el primero de ellos el de una mujer en una nave abandonada en Valencia, con el rostro desfigurado con la sonrisa de Glasgow, que les conectan con el caso de Urueña.

Pérez Gellida señala, en una conversación con Efe, que a pesar de la relación de los personajes con las novelas anteriores los tres libros pueden leerse de forma independiente, aunque aconseja hacerlo en orden para ver la evolución de los personajes y no desvelar la trama.

La elección del título

«Nos crecen los enanos» tiene también que ver con el personaje de la inspectora Sara Robles, que se ha ganado su espacio en un mundo tan varonil como son las comisarías pero en lo personal mantiene el lastre de una adicción al sexo que no puede controlar.

El escritor vallisoletano, impulsor del certamen literario Blacklladolid, retrata además con mucho rigor el trabajo de la investigación criminal de la Policía Nacional y la Guardia Civil y la relación que mantienen.

Para crear al asesino en serie, cuyo modus operandi se ajusta al modelo de erotofonofilia, una derivación de parafilia extrema que consiste en buscar la gratificación sexual mediante la muerte de otra persona, se ha servido de la prestigiosa criminóloga Paz Velasco, que «con su permiso», se ha convertido en uno de los principales personajes de la novela.

«La voz de Paz Velasco es la que aporta el rigor y el poso de realidad dentro de la ficción», señala el autor, y es además a quien recurre el asesino, el exitoso escritor Álvaro Vázquez, para «conocerse a sí mismo». Acude a su consulta con la excusa de obtener información profesional sobre la mente de una psicópata para crear al personaje de su próxima novela, un asesino en serie.

¿Y por qué opta por un escritor, además de novela negra? Pérez Gellida señala que la decisión la tomó cuando estuvo planificando Astillas en la piel, y le sirve además para hablar sobre la industrial editorial, de forma crítica, aunque precisa que no está de acuerdo con todo lo que dice el personaje.

Los personajes secundarios tienen también un papel clave en la historia, porque «para escribir una buena trama necesitas que los secundarios tengan peso, construirlos bien para que conecten con el lector», señala. «En ese juego estamos involucrados los personajes, los lectores y yo. Tienes que repartir las cartas y tienen que estar boca arriba», afirma.

Pérez Gellida se encuentra estos días en el rodaje de la adaptación de su novela Memento mori a una serie televisiva para Amazon Prime, que ha generado una gran expectación en su ciudad natal, donde se desarrolla la trama y se están grabando los exteriores.

«La ciudad está volcada en el rodaje y están encantados», agradece el escritor, cuyo estilo literario tiene voz propia y sus seguidores identifican como «gellidista», un calificativo que acepta con gran orgullo. Asegura que ya está enfrascado en una nueva novela, la decimocuarta, aunque prefiere no avanzar detalles.

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