miel artesana

Con una producción propia, métodos artesanales y envasado individual, Los Izanes está repartiendo salud y sabor en toda la provincia con su miel de montaña, de bosque, en crema y en caramelos. Las bondades de sus productos, que incluyen tintura de propóleo y polen deshidratado, también se conocen ya en el mercado nacional e internacional, sobre todo, en Francia, Cantabria y Lleida.

Las colmenas prosperan en el entorno de Riello y han logrado el sello de la Reserva de la Biosfera de Omaña. De hecho,el nombre de la empresa procede de un valle singular en el pueblo de Ariego de Arriba, de donde procede Ignacio Rodríguez, quien a sus 45 años representa la tercera generación de expertos manejadores de panales y abejas de su familia. Le ayuda su padre y su mujer, Raquel Fernández, con quien ha abierto campo para las colmenas también en La Cepeda.

«Sólo envasamos nuestra miel y con métodos que ya usaba mi tío abuelo en los años 40. Por eso es una miel artesana y que conserva todas las propiedades», indica Rodríguez. La época de trabajo intenso comienza de enero a marzo y se prolonga hasta octubre. En el verano empiezan las catas y se redobla el control para cambiar la cera y reponer si se producen ‘bajas’ por la irrupción del oso o los abejarucos.

Manejando millones de abejas es normal que haya sentido su punzante contacto. «Sí, me han picado varias veces, aunque normalmente, por descuido al no cerrar del todo bien la careta o dejar algún guante». Gajes aparte del oficio, Rodríguez destaca como seña de identidad de Los Izanes la producción propia. «Lo que pretendemos es hacer las cosas como siempre, de forma manual y en un entorno que nos apasiona». Emprender en el medio rural no es fácil «pero tenemos confianza y ahora puede uno mostrar su miel al mundo con internet y las redes sociales».