Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

John Cooper, famoso ingeniero, constructor de coches deportivos y amigo íntimo de Alec Issigonis, reconoció desde el primer momento el potencial deportivo de la ‘pastilla de jabón’. Nacido en Surrey (1923) fundaría junto a su padre Charles la ‘Cooper Car Company’ (1946) ‘arrancando’ inicialmente en la Fórmula 3 y ‘desembarcando’ posteriormente en la F1 con una ‘fórmula’ revolucionaria: motor central en sus monoplazas; así, Charles&John acabaron por crear ‘tendencia’ en la carreras a mediados de los años cincuenta: Campeonato de Mundo de Pilotos y Constructores en 1059 y 1960; y a renglón seguido, el finés Rauno Aaltonen —otra leyenda—, firmando la victoria de Clase al volante del Mini Cooper S en el Rallye de Monte Carlo de 1963, marcando el punto de partida de una serie histórica: tres victorias consecutivas en el ‘Monte’ de 1964, 65 y 67… un millar de unidades forjaron la leyenda con un motor de 55 CV —21 más que el modelo de serie—, 130 por hora de punta, frenos de disco delanteros caja de cambios de relación cerrada. Y no sólo Aaltonen, entre 1946 y 1967, la época dorada del Mini en Montecarlo, Paddy Hopkirk y Timo Mäkinen harían soñar a los aficionados con, eso también, la amarga decepción de 1966: los tres primeros Mini (Mäkinen, Aaltonen y Hopkirk) descalificados porque los comisarios monegascos ‘consideraron’ que los deflectores de los faros principales no cumplían con las normas de homologación del controvertido ‘Anexo J’ del Código Deportivo Internacional; montaban bombillas de filamento único, prohibidas por la legislación francesa de la época, aunque eran legales en Inglaterra y el Mini salía con ellas de fábrica (el Ford Cortina de Roger Clark, 4º en la general, sufriría idéntica descalificación). Pauli Toivonen, al volante del Citroën ‘Tiburón’ DS 21, se alzaba con una ‘cuestionable’ victoria de la que, según las crónicas, se sentiría avergonzado (la deportividad reinaba entonces en el ánimo de aquellos legendarios pilotos).

Aunque el equipo Mini estuvo a punto de no volver a correr el ‘Monte’, al año siguiente (1967), los ‘Tres Mosqueteros’ (Hopkirk, Aaltonen y Mäkinen), profusamente jaleados por el público, entrarían en los anales de la prueba: tercera victoria del Mini Cooper S (el mítico nº 177, placa LBL 6D) en el Rallye de Montecarlo; sobre todo, porque ‘esta’ vez… no hubo quejas sobre la homologación del coche.

En la mágica década de los sesenta, también los Mini brillarían en circuito y subidas en cuesta: un ‘tal’ Nikolaus Andreas Lauda, debutaría firmando la segunda posición en la carrera austriaca de montaña en Linz (1968) con un Mini, y sólo un par de semanas después… la primera de las victorias en su trayectoria de tres Mundiales de F1. Al igual que Niki Lauda, Jackie Stewart, John Surtees, Jochen Rindt y James Hunt hicieron sus primeros ‘pinitos’ a bordo de un Mini.

Ahora, un puñado de décadas después y un montón de experiencias más tarde… cuatro victorias consecutivas en el Dakar: 2012, 2013, 2014 y 2015, y ganador en la categoría de vehículos de tracción 4x4 en 2016.

En 2017, además del Dakar, el nuevo Mini John Cooper Works Rally debutaría en la Copa del Mundo de Rallyes Todo Terreno de la FIA, certamen que ganaría en el pasado 2018…

Una suerte de ‘herencia’ de los 70, cuando John Cooper popularizaría sus famosos ‘kits’ de preparación para los Mini de serie; como hoy con el relanzamiento de las transformaciones Cooper y Cooper S, disponibles bajo la marca ‘John Cooper Works’ (llantas de aleación ligera, discos de freno ventilados, tubos de escape integrados…).

tracking