«Morimos sin los abrazos»
Santiago Parrado, enfermero, formador en educación sexual y aficionado meteorólogo
Parrado, junto a la estación en San Juan de Torres, en la casa del alcalde de Cebrones del Río. FERNANDO OTERO
Carmen Tapia
LEÓN
La enfermería, la educación sexual y la meteorología son las tres pasiones de Santiago Parrado Chamorro. Santi Bedunia o Meteo Bedunia como se le conoce redes sociales, nació en Villaestrigo del Páramo en 1961. A los 7 años se marchó a San Sebastián, donde estudió Enfermería. Su afición a la Meteorología le viene desde la infancia, parte de ella en Sabero, con cambios extremos de temperatura.
Su primero opción profesional fue la Meteorología, pero los antecedentes familiares —su padre practicante y su madre maestra— le inclinaron por el mundo de la enfermería.
Por amor se volvió a La Bañeza.
La mayoría de sus pacientes en Cebrones del Río, donde ejerce como enfermero, tienen su teléfono particular, con un trato cercano al que no quiere renunciar por mucho que cambie la organización del sistema sanitario, como tampoco quiere abandonar los cursos de educación sexual que un equipo de tres profesionales del centro de salud, del que es responsable, imparte en los institutos de La Bañeza y en el Colegio de Primaria de San José de Calasanz desde hace 26 años. «Hubo dos embarazos de adolescentes en La Bañeza y nos llamaron para impartir clases de educación sexual». Máster en sexología, esa experiencia educativa sirvió para ampliar la formación a otros profesionales. «Formamos en educación sexual a los EIR (Enfermeras Internas Residentes) y a todos los menores y adolescentes de La Bañeza. «Todos los días voy a dar los talleres a los institutos Ornia y Vía de la Plata. Ha habido una involución en estos 26 años. Los niños y las niñas son cada vez más infantiles. Ahora se escandalizan cuando les das los talleres, aunque contrasta con el uso que hacen de la pornografía, que es un problema muy serio. La educación sexual tiene que ser de máxima relevancia». En ese propósito está y espera que los talleres que se imparten en La Bañeza se trasladen también a León. «La educación sexual integral y profunda transforma a las personas. Todos los días aprendemos todos de todos. Aún siendo muy importante, lo que más importa es la comunicación. Si la pareja no habla y no se comunica, la relación es imposible. Necesitamos el placer y la comunicación para relacionarnos».
El otro gran problema que encuentra en el ejercicio de su profesión es la soledad de las personas mayores: «La soledad abotarga. El aislamiento en pandemia ha hecho mucho daño. Hay que tener cuidado porque tenemos muy claro que las restricciones y el aislamiento han causado mucho daño. La gente tiene miedo a darse un abrazo y nos morimos sin un abrazo, y esa parte no se cuenta. La gente tiene miedo. He visto a gente morir en esta pandemia, que azotó gravemente a las residencias. Nos hemos pegado tal palizón evitando el virus que hemos dejado escapar otras dolencias en los pueblos. Llevo 20 años en Cebrones del Río como practicante y conozco a mis pacientes, a sus hijos y a sus nietos. Las relaciones personales, la comunicación y los afectos son fundamentales en la vida de todas las personas, y ahora tenemos miedo hasta de tocarnos por temor al contagio».
«Yo iba para Meteorólogo», dice con orgullo de su segunda gran pasión. Noromet es la Asociación de Aficionados a la Meteorología del Noroeste Peninsular (www.noromet.org), con una una red de estaciones meteorológicas que mide la temperatura a tiempo real. Cuando cumplió los 50 años puso su primera estación en su casa en La Bañeza y hoy hay más de cincuenta repartidas por distintos parajes por la provincia. «Me apasiona el estudio del tiempo».