Diario de León

«La novela es la aristocracia de la literatura»

marta pérez

marta pérez

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

efe

La escritora y periodista Pilar Eyre, que acaba de publicar la novela Cuando eramos ayer, una crónica de la Barcelona que va desde las protestas estudiantiles de 1968 a los Juegos Olímpicos de 1992, ha confesado este martes que prefiere seguir con «la novela, que es la aristocracia de la literatura». Y añade: «El oficio de periodista y de escritora es totalmente distinto, y ser un buen escritor no significa que se pueda ser un buen periodista, igual que al revés».

Recuerda la anécdota de que trabajando ella en Interviú se contrató a Camilo José Cela para que hiciera entrevistas y «cuando llegó la primera escrita por él era impublicable de lo mala que era, y al final Cela iba acompañado por un periodista que las escribía antes de aparecer en la revista». A la propia Eyre le pasa que cuando escribe una novela «la Pilar periodista domina tanto, que el primer capítulo sale demasiado superficial, casi un reportaje periodístico, y luego es el que más se tiene que corregir o eliminar en la edición posterior».

Justamente, en la primera versión de Cuando eramos ayer (Planeta) salía un personaje llamado Pilar Eyre que trabajaba en Interviú, pero cuando acabó el libro sus editoras le dijeron que ya no tenía que salir, como había hecho en otras obras anteriores y, con dolor, tuvo que suprimirse a sí misma y a su perro. En «Cuando éramos ayer», Eyre juega con varios elementos narrativos: un escándalo oculto, una familia arruinada y un amor que estremeció a la sociedad con un marco temporal que se desarrolla en plena expansión de la ciudad, llena de contrastes y luchas políticas».

Hacia la modernidad

Son unos años, ha dicho Eyre, muy documentados, en los que «pasamos de la Edad Media a la modernidad», pero que no han sido tratados tanto en la literatura. La autora vuelca en la novela muchas de sus experiencias y disfraza con nombres ficticios las realidades de personas que trató: «He conocido muchos políticos de izquierda, que en realidad eran unos trepas, que decían que querían cambiar la sociedad, pero en realidad querían medrar».

La novela, en la que «todos sus personajes han existido, sea con sus nombres reales o no», «comienza de manera ligera, con los escaparates de moda, mucho coche, la fiesta del Ritz y poco a poco se va endureciendo». Si en su anterior novela, «Un perfecto caballero», Eyre se ocupaba de la generación de sus padres, la que salió de la Guerra Civil española, en esta le toca el turno a su propia generación, que retrata a partir de la intimidad de dos mujeres, una madre y una hija, Carmen Castro y Silvia Muntaner, y «el denominador común de ambas es la transformación de Barcelona». También comparten cierta crítica hacia la burguesía catalana, sus costumbres y valores, el peso de las apariencias, su decadencia, las diferencias políticas, los prejuicios de algunos de sus miembros, el catalanismo de unos y las simpatías por el régimen franquista de otros. Uno de los políticos que salen en la novela es el socialista Joan Reventós, que «cada vez que era detenido, su madre lo hacía acompañar a la comisaría de Vía Laietana por el chófer en el Mercedes familiar porque decía que en los furgones de la policía cogía piojos, y les advertía a los agentes que ‘no lo torturen ustedes mucho que hoy está un poco resfriado».

Asegura Eyre que su intención es «poner la letra a pie de página que no sale en los libros de historia, mostrar la intimidad de las personas». Y esta intimidad se cuela a partir de su propia experiencia como cuando intentó afiliarse al PCE —su alias era camarada Carlota— después de hacer un cursillo y sufrió «la gran humillación» de su vida al ser rechazada porque creían que había cierta frivolidad en su comportamiento, comportamientos burgueses, salía por las noches, ligaba, fumaba, el mismo partido comunista que la hacía ir con minifaldas a la calle Calvet donde hacían la Enciclopedia Catalana para recaudar dinero por la causa.

La propia autora se considera una «desclasada», «una especie de impostora tanto en el periodismo como en la literatura», pero eso, antes que un problema, le ha permitido «tener una visión desde fuera».

La autora de la biografía del rey emérito vuelve a introducir a Juan Carlos de Borbón en las páginas de este libro en una escena fugaz: «La protagonista está comiendo en el restaurante Vía Veneto, y ve que de un salón privado sale Juan Carlos con una señora que no es Sofía».

Al igual que en otras novelas de la autora, Eyre completa el fresco de personajes con personalidades reales de la época, como el omnipresente dictador Francisco Franco y su hija Carmencita, los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía, el pintor Lluís Claramunt en su época de estudiante, Macià Alavedra, del Frente Nacional de Cataluña o Josep Andreu y Abelló, uno de los fundadores de ERC.

tracking