Diario de León

El Panteón Real ahora está en Botines

El coleccionista leonés Víctor Miguélez ha cedido al edificio de Gaudí dos obras del ceramista Daniel Zuloaga que podrán verse hasta el día 22 de marzo

Víctor Miguélez y Noemí Martínez, directora del Museo Casa Botines Gaudí, con el ‘Panteón Real’, obra de Zuloaga. DL

Víctor Miguélez y Noemí Martínez, directora del Museo Casa Botines Gaudí, con el ‘Panteón Real’, obra de Zuloaga. DL

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Zuloaga ahora reside en Botines. La pinacoteca del Museo Casa Botines Gaudí cuenta con dos paneles de cerámica de Daniel Zuloaga (1852-1921), propiedad del coleccionista leonés Víctor Miguélez, que ha cedido temporalmente estas obras para que los visitantes puedan disfrutar de ellas coincidiendo con el centenario del fallecimiento del artista. Una de ellas muestra a un león rampante; y la segunda, prácticamente inédita, reproduce hasta el más mínimo detalle el Panteón Real de San Isidoro.

Con estas obras, colocadas junto a un cuadro de Sorolla, el Museo Casa Botines Gaudí rinde homenaje a un artista que, sin haber pisado nunca León, tuvo una gran relación con esta provincia y a la que legó infinidad de obras, como la fuente y los bancos que creó para la plaza de Regla, actualmente en pleno proceso de restauración. La fuente, que apareció durante las obras de peatonalización del entorno de la Catedral y había permanecido desde 1998 en almacenes municipales, se recolocará junto a los bancos en la residencia de mayores Virgen del Camino.

El 27 de diciembre de 1921 fallecía en Segovia el ceramista Daniel Zuloaga, autor de numerosas obras maestras de la cerámica española y responsable de la revitalización de esta disciplina a finales del siglo XIX. Educado en Sèvres (Francia) y miembro de una famosa familia de ceramistas, Zuloaga mantuvo un amplio taller en Segovia desde el que recuperó muchas de las técnicas tradicionales de la cerámica y renovó sus temas y decoraciones, introduciendo el gusto modernista.

Buena prueba de ello son estas dos piezas procedentes de una colección privada de León, ciudad que conserva muy notables muestras de su cerámica, donde el artisa inmortalizó escenas costumbristas de gusto burgués y decoraciones modernistas. Sus azulejos decoraron desde la casa de Fernando Merino, en la calle Sierra-Pambley, a un altar en la iglesia de San Francisco de la Vega o la pescadería Mardomingo.

Las dos obras podrán verse en Botines hasta el 22 de marzo.

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