EL PANTONE DEL CONDADO
Una gualda crece a la entrada de la Fundación Cerezales. Creció de una vieja semilla, de cuando los tintes eran naturales y el muestrario de colores se reducía a lo que crecía en las huertas de casa.
La ropa, las telas y las lanas se ‘hervían’ en la cocina a fuego lento hasta que todo se volvía de aquel color que un antepasado por muy lejano que fuera podría reconocer. Porque fue, desde la antigüedad, siempre igual.
Plantas tintóreas de toda la vida que la gente del Condado ha empezado a recuperar y que la hilandera y artesana Alba Rueda utiliza en su taller de Vegas del Condado. El valor de lo natural, recuperado.
Con la gualda, la hierba pastel que tiñe de azul y otras plantas del territorio se ha elaborado un pantone. Un muestrario de lo que se puede hacer cuando se echa un vistazo a la tierra en la que se vive.