Diario de León

Pese a todos los males, siempre queda la esperanza

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León

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Cuenta la leyenda que Prometeo robó el fuego a los dioses para regalárselo a los hombres y que Zeus le castigó dándole a su hermano una compañera, Pandora, dotada de todos encantos, belleza, sabiduría, talento para la música… acompañada de otro regalo: una caja cerrada que bajo ningún concepto debía ser abierta. Epimeteo, deslumbrado ante la gracia y la belleza de Pandora, ignoró la promesa hecha a su hermano Prometeo de no aceptar jamás regalo alguno de los dioses, pues eran astutos y traicioneros, y la aceptó como compañera, aceptando al mismo tiempo la caja que la acompañaba, que escondió en lugar seguro y con llave. Pero la curiosidad pudo con Pandora, y un día que Epimeteo dormía le robó la llave del lugar donde escondía la caja, y la abrió para espiar su contenido. Al levantar la tapa, grande fue su desilusión al encontrarla vacía, pero era porque en ese mismo momento escaparon de ella todas las desgracias y males que podían afectar al hombre, y así se extendieron por el mundo: enfermedades, sufrimiento, guerras, hambre, envidia, ira... Más todavía le dio tiempo a vislumbrar en el fondo de la caja algo que aún no había escapado, y corriendo la cerró. Lo que pudo conservar en el fondo de la caja fue la ESPERANZA, que no consiguió escapar. De ese modo fue sellado el destino de todos los hombres, que a partir de entonces padecieron toda suerte de males, pero incluso en medio de los más terribles de ellos, se sigue conservando la esperanza y es siempre lo último que queda.

¡Qué ganas de tomar las uvas y pasar ya al 2021! No hay duda de que nunca olvidaremos muchas de las personas y vivencias de los últimos diez meses pero tenemos por delante un año entero en el que parece que por fin llegará la calma tras la tormenta. HAY ESPERANZA. Y más que nunca dediquemos tiempo a las personas que queremos y aprovechemos todo lo que venga para no dejar nada para una ocasión especial. El mejor momento será ahora.

Desde el Teléfono de la Esperanza de León os esperamos con un corazón receptivo y compasivo. Una voz amiga y comprensiva. Confiada y confiable. Y es que se puede vivir con dolor, pero no sin esperanza.

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