Diario de León

Poca investigación del dolor infantil

Un estudio deja en evidencia que las unidades de referencia no consideran la formación como un asunto prioritario

Un cartel en la planta del Pediatría del Hospital de León.

Un cartel en la planta del Pediatría del Hospital de León.

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

carmen tapia

redacción

Si el tratamiento del dolor es todavía una asignatura pendiente en los pacientes crónicos, un estudio pone en evidencia las carencias para tratar a los menores. Una investigación liderada por el doctor Jordi Miró, coordinador del Grupo de Trabajo de Dolor Infantil de la Sociedad Española del Dolor (SED) pone al descubierto que no todas las unidades de los servicios de los hospitales de referencia contemplan la investigación entre sus actividades básicas y muchas no consideran la formación en investigación como un asunto del que deben ocuparse, según una nota de prensa remitida por la Sociedad Española del Dolor. El estudio es el primero que analiza las características de las unidades y programas especializados en el dolor infantojuvenil en ocho hospitales de referencia españoles para evaluar los procedimientos y los recursos disponibles. La encuesta refleja que todas las unidades tratan a una gran diversidad de pacientes. El 75% de los menores sufren dolor crónico y un 88 % sufren cualquier tipo de dolor no oncológico. Los dolores que se tratan con mayor frecuencia son el musculoesquelético, el neuropático y el dolor por espasticidad. «El estudio también muestra que los programas de tratamiento del dolor infantojuvenil son principalmente farmacológicos, incluso en los casos en los que el dolor es crónico. Así, el 100% de las unidades estudiadas emplean los bloqueos con anestésicos locales para los tratamientos médicos, mientras que los farmacológicos más utilizados fueron paracetamol, ibuprofeno, fentanilo, amitriptilina, gabapentina y benzodiacepinas», explica la Sociedad Española del Dolor, que también evidencia que dentro de la rehabilitación física y fisioterapia, se utiliza con más frecuencia la estimulación eléctrica transcutánea (TENS), que está presente en todas las unidades, y la terapia cognitivo-conductual en los tratamientos psicológicos, que no todas las unidades ofrecen.

En cuanto a la investigación, el 75 % de los encuestados la considera primordial, «pero en la práctica no se materializa, ya que el 50% de las unidades no había publicado nada relacionado con el dolor en los últimos cinco años. Por otro lado, únicamente el 25% contribuye a la formación en investigación sobre el dolor, siendo MIR (88%) quienes más reciben estos programas» sobre todo los residente en anestesiología y enfermería. La formación específica y la investigación «son acciones que en España quedan lejos de una supuesta situación ideal», tal y como sostiene el especialista.

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