Porsche. El último… de los ‘nueveonce’

J. F. Z.

Pionero… y superventas. Lanzada en 2011, la generación 991 fue una de las que incorporó mayores avances en la historia del icónico ‘nueveonce’, que reemplazó, en 1963, al no menos histórico 356.

Prácticamente el 90% de los componentes eran de nuevo diseño o de un desarrollo sustancial: bastidor ligero, realizado en una innovadora combinación de aluminio y acero, con lo que, por primera vez, un 911 pesaba menos que su antecesor; con, además, un chasis que se beneficiaba de una batalla un centenar de milímetros mayor que el modelo precedente, y que podía equiparse opcionalmente con un también nuevo sistema de estabilización del balanceo (PDCC), estableciendo toda una referencia ne términos de dinámica de conducción.

En la primavera de 2012, el Cabriolet ofrecía otra significativa innovación: con la capota cerrada, los ligeros arcos de magnesio permitían conseguir una curva de techo equivalente a la de un coupé, que mantenía su perfil incluso a velocidades altas.

El 911 Targa, lanzado a finales de 2012, se mostraba igualmente espectacular: característico arco ancho en sustitución del pilar “B”, a imagen y semejanza del legendario Targa original; sin embargo, con sólo pulsar un botón, la parte delantera del techo se movía automáticamente hacia atrás, donde se recogía.

Unas innovaciones que Porsche continuaría con el 911 Turbo, pionero con aerodinámica activa y filtro de partículas para motores de gasolina en cualquier 911 Carrera equipado con turbocompresor.

También la generación 991 serviría como base para modelos especiales y deportivos ‘radicales’.

Así, en 2013, Porsche celebró el quincuagésimo aniversario de su deportivo de culto: un modelo de edición limitada y con equipamiento exclusivo, del que solamente se construyeron 1.963 ejemplares… en honor a la inicial ‘fecha’.

En 2016, el 911 R, con motor atmosférico de 500 CV, recordaría al coche de carreras que, en 1967, se homologó para carretera.

Al año siguiente, debutarían otros dos deportivos puros, con antecesores clásicos: el 911 T y el ‘superdeportivo’ 911 GT3 con ‘pack’ Touring.

También la unidad ‘un millón’ del 911 pertenece a la generación 991. Como el pionero ‘nueveonce’ de Ferry Porsche, esta versión conmemorativa, que no saldría a la venta, se pinto de verde irlandés, y adoptaba asientos con mezcla de cuero y ‘Pepita’.

Ese mismo año, ‘Porsche Exclusive Manufaktur’ presentó el 911 Turbo S Exclusive Series, con 607 CV y una espectacular pintura de color amarillo dorado metalizado.

Y aún quedaban ‘cosas’ por venir…

En 2017 apareció el GT2 RS de 700 CV, el 911 de competición más rápido y potente homologado nunca para la carretera, al que meses después le seguiría el 911 GT3 RS: chasis de carreras y motor atmosférico de 4.0 litros y 520 CV, tan adecuado para los circuitos como para la carretera.

Ya saben, la histórica filosofía ‘competición-cliente’ de Porsche.

Justo a tiempo para celebrar el septuagésimo aniversario de los deportivos de ‘la casa’, el 911 Speedster encarnaba las virtudes originales del fabricante: ligereza, eficacia, pureza y placer de conducción, merced a un motor atmosférico de 4.0 litros y 510 CV, un cambio manual de 6 velocidades y un chasis deportivo de alto rendimiento.

Un biplaza que no sólo fue el último derivado de la generación 991, también ha acabado por convertirse en el último ejemplar de esta generación que se fabricará.

Como su histórico antepasado, y referente, el 356 Nº 1 Roadster de 1948, se convertirá en ‘embajador’ del Museo Porsche en Stuttgart.