Un producto de calidad amenazado

En 15 años, se han duplicado las colmenas en León. Ahora mismo, hay cerca de 45.000 en la provincia, de las cuales unas 35.000 son de apicultores que forman parte de la asociación leonesa, que son alrededor del 80%.

Las malas cosechas de tres últimos años, condicionadas por la meteorología, junto a la avispa asesina o la presencia del oso en zonas de montaña han marcado un sector que cuenta con algunas ayudas por parte de la Junta de Castilla y León pero que no resultan suficientes para hacer frente a las malas cifras. Lo cierto es que la baja producción es un problema pero lo es aún más la comercialización. «Los almacenes de las comercializadoras están llenos y consiguen precios mucho más bajos en mercados fuera de España con los que no podemos competir en precio», explica desde la Asociación Leonesa de Apicultores. De esta forma, el sector leonés busca mercados exteriores porque el nacional está copado por la miel de fuera. «Tenemos un montón de toneladas de miel, pero a las grandes superficies no les interesa», afirnan. En España se produce menos miel de la que se consume.