en LA PUERTa DEL PERDÓN
ramiro
Sólo Santiago de Compostela hace sombra en relevancia y protagonismo a la Puerta del Perdón de la iglesia románica de Santiago. Allí, a la entrada del Camino en Villafranca del Bierzo, los años santos, y 2021 lo es, también 2022 lo será por decisión del papa, los peregrinos pueden obtener la indulgencia plenaria, aunque no todos. Deben cumplir una serie de requisitos, como recuerda el alcalde de la villa, José Manuel Pereira: la puerta se abre en caso de enfermedad del viajero jacobeo que le impida culminar la Ruta en la capital gallega, debe haber recorrido al menos 150 kilómetros del Camino, confesarse, arrepentirse de sus pecados y orar por las intenciones del obispo. Desde allí impresionantes vistas sobre la población acompañan el caminar jacobeo, que ya enfrente se encuentra con el Castillo de los marqueses de Villafranca, habitado por la familia Halffter.
En la calle del Agua, todo un símbolo de la villa y la Ruta, casas palaciegas y señoriales acompañan los pasos. «Es la zona más antigua, donde están las casas con más historia y escudos; a su izquierda podemos contemplar el convento de la Anunciada», explica el regidor. Avanza, además, que el Ayuntamiento cuenta con «un ambicioso proyecto para recuperar toda esta zona, que tiene casas muy abandonadas y otras muy bien conservadas por sus propietarios».
La iglesia de la Colegiata, el templo más grande de Villafranca, data del siglo XVI y en su momento fue ideado para convertirse en catedral, aunque la falta de fondos frustró el proyecto. «Cuenta con importantes vidrieras y es el centro de la vida espiritual de la villa», afirma el alcalde.
Los peregrinos alcanzan desde distintos itinerarios el puente sobre el río Burbia, que divide en dos la localidad. Al cruzarlo abandonarán ya esta bella e histórica población berciana. Y desde allí, vistas panorámicas sobre todos sus tesoros: el encuentro entre sus dos ríos, el Burbia y el Valcarce y la playa fluvial «muy visitada por los peregrinos al final de la jornada; es un elemento natural que hace pocos años fue proclamado además como una reserva fluvial».
Un balcón hacia el patrimonio arquitectónico y cultural de la villa, con la Colegiata, San Nicolás, San Francisco, el Castillo, la Anunciada y su afamado ciprés, San José y la Iglesia románica de Santiago, con la puerta del Perdón. El Camino continúa aún por tierras bercianas, restan dos paradas.