Diario de León

«Hay que mejorar la concienciación sobre la donación de tejidos»

fernando otero

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León

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ana gaitero

LEÓN

El Banco de Tejidos de la Fundación Clínica San Francisco cuenta con 23 años de historia desde que fue autorizado por la Consejería de Sanidad de Castilla y León en junio de 1999 y es el centro de referencia para la Comunidad. El centro está habilitado como Establecimiento de Tejidos para las actividades de transporte, recepción, evaluación, procesamiento, preservación, almacenamiento y distribución de tejidos osteotendinosos, vasculares, valvulares, cutáneos, oculares y membrana amniótica. La doctora en Biología Elena Vuelta, formada en la Universidad de León, es su responsable desde 2013. Vuelta ha sido la anfitriona del reciente congreso nacional de Bancos de Tejidos celebrado en León y ha participado en la redacción del Plan Estratégico Nacional de Tejidos 2022-2026.

Los tejidos que almacena este banco varían en cada momento y su proceso de donación y obtención de los tejidos, tanto en el donante vivo como fallecido, siempre se lleva a cabo bajo la supervisión de los equipos de Coordinación de Trasplantes que, como enfatiza Elena Vuelta, «realizan un trabajo admirable». Cerca de 250 personas están implicadas en la fase inicial de la obtención en el modelo español, que, a nivel autonómico, pivota sobre la Coordinacion Autonómica de Trasplantes y a nivel nacional sobre la Organización Nacional de Trasplantes. «A todos ellos les traslado un enorme y sincero agradecimiento por su trabajo», recalca.

—¿Cómo se realiza la conservación de estos tejidos?

—Cada tipo de tejido requiere de unas condiciones de preservación particulares. Si bien es cierto, que una gran mayoría de los tejidos son preservados en condiciones de ultracongelación a -80ºC. Otros tejidos como la piel, los segmentos vasculares se conservan a -145ºC en contenedores de nitrógeno en fase gas. Y las córneas por ejemplo pueden ser preservadas en refrigeración (entre 2-8ºC), en cultivo (31ºC) o incluso congeladas…

—¿Cuáles son los tejidos más demandados para terapias y trasplantes?

—Sin duda el tejido musculoesquelético es el que se precisa más para el tratamiento de los pacientes. Injertos óseos y tendones, de aplicación en cirugía ortopédica y traumatología, neurocirugía, cirugía maxilofacial… Alrededor de 20.000 personas cada año en nuestro país precisan de este tipo de tejido para el tratamiento de una patología concreta. El tejido ocular, más concretamente la córnea es el segundo tejido más necesario, con cerca de 4.500 pacientes trasplantados en el 2019. En tercer lugar, estaría la membrana amniótica, su aplicación principal es el tratamiento de alteraciones de la superficie ocular y es un tejido empleado de rutina en la mayoría de los servicios de oftalmología. Cada año en España unos 1.500 pacientes precisan de la aplicación de este tipo de tejido.

—Al ser un banco de ámbito autonómico, ¿Desde qué provincias reciben más donaciones y peticiones para implantes y trasplantes?

—Todos los centros autorizados de la Comunidad participan activamente en esta actividad, tanto desde el punto de vista de la donación como desde la aplicación de los tejidos para el tratamiento de los pacientes. Sí hay que remarcar, que por su naturaleza o su capacidad el Complejo Asistencial Universitario de León, el Hospital Clínico Universitario de Valladolid o el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca tienen una mayor actividad de donación e implante de tejidos.

En nuestro caso además, también colaboramos con cuatro centros de la Comunidad de Madrid, entre los que se puede destacar la actividad del Hospital Universitario Fundación Jimenez Diaz.

—¿Hay algún tejido en el que sea deficitario y haya que recurrir a otros bancos?

—El objetivo de todo este trabajo es siempre asegurar que cada paciente tiene a su disposición aquel tejido que es necesario para su tratamiento. Si bien es cierto, que todo el proceso es complejo, con muchas fases de control de cara a asegurar que los tejidos se encuentran en condiciones de calidad y seguridad adecuadas para su aplicación en los pacientes, y hay ocasiones en las que en un banco en concreto no se dispone de un injerto en particular. Las mayores limitaciones las encontramos con algún tipo de injerto estructural, que por sus especiales características sea preciso localizar en otro centro. Sin embargo, creo que es necesario resaltar la buena interrealación y colaboración que existe entre todos los bancos de tejidos de nuestro país y que facilita mucho las cosas en este tipo de circunstancias. No hay que olvidar tampoco que los tejidos han de estar a disposición de los pacientes, de manera equitativa, independientemente de la región en la que se encuentren.

—El Banco de Tejidos de Castilla y León es el tercero con más fragmentos osteotendinosos obtenidos en el conjunto de comunidades autónomas después de Cataluña y Andalucía. ¿En qué se basa este éxito que le sitúa por encima incluso de Madrid según la memoria de 2019 de la ONT?

—Creo sinceramente que es resultado del esfuerzo de todos los actores implicados. Los equipos de coordinación de trasplantes de los centros sanitarios, la coordinación autonómica de trasplantes, los profesionales que participan en los procesos de extracción y por supuesto del personal del banco.

—Según esta memoria, en número de pacientes trasplantados con fragmentos osteotendinosos es la cuarta comunidad después de Andalucía, Cataluña y Madrid. ¿Quiere esto decir que el Banco de Tejidos de CyL aporta tejidos a otras comunidades? ¿De qué tipo?

—Por supuesto. Desde el inicio de la actividad del centro el objetivo es cubrir la necesidad de tejidos de los pacientes de los centros de Sacyl y la Comunidad Autónoma. Sin embargo, desde hace años también se colabora con centros de la Comunidad de Madrid y todo en su conjunto hace posible una mayor disponibilidad de este tipo de tejidos, que permite cubrir las necesidades de los pacientes, como te decía antes, independientemente del territorio en el que residan.

—En córneas ocupa un lugar más discreto en cuanto a donaciones, séptimo u octavo. ¿Cómo valora la donación de este tejido con lista de espera en trasplantes?

—Obvio que si comparamos nuestra Comunidad con otras es evidente que los datos de donación e implante de tejido ocular son inferiores. Castilla y León no es la única comunidad autónoma con este modelo de lista de espera centralizada, que permite clasificar cada caso en función de su urgencia o preferencia. Este sistema ha mostrado ser efectivo y fluido desde su implantación, y en muy contadas ocasiones ha sido necesario el traslado de una córnea desde otro centro para el tratamiento de alguna urgencia.

Por supuesto que centrar esfuerzos en ampliar los procesos de obtención de tejido ocular en donantes fuera del ámbito habitual de la donación podría ofrecer buenos resultados, pero hemos de ser conscientes del esfuerzo organizativo y de personal que ello supone y a veces lleva su tiempo conseguir adaptar el sistema a cada tipo de centro.

—La piel, los segmentos vasculares y las válvulas no figuran en la donación de tejidos de CyL. ¿Por qué?

—La actividad de donación y posterior procesamiento en el banco está siempre ligada a la necesidad de cada tipo de injerto que nos trasladan los diferentes especialistas. Tejidos como la piel o las válvulas cardiacas, son necesarios para el tratamiento de unos 40 y 60 pacientes al año, respectivamente, en todo el país. Y en nuestra comunidad, desde hace años, es un hecho aislado que los servicios de cirugía cardiaca o cirugía plástica demanden este tipo de injertos. Si es cierto que en el último año alguno de los centros de la comunidad han comenzado a considerar la aplicación de segmentos vasculares para el tratamiento de determinado perfil de pacientes y con ellos estamos trabajando actualmente para reactivar los procesos de extracción de este tipo de injertos.

—En membrana amniótica, CyL ocupa el cuarto puesto en trasplantes, pero está muy lejos de alcanzar este puesto en fragmentos obtenidos y donantes. ¿Cómo interpreta estos datos?

—Todas las donaciones son un acto precioso de generosidad, ya sea de los propios donantes o de sus familias. Sin embargo, en la mayor parte de los casos se producen en un contexto complicado en el que una persona ha fallecido o bien ha sufrido algún proceso quirúrgico complejo. En este sentido, el caso de la membrana amniótica es especial, durante el nacimiento de un bebé la placenta, que habitualmente es desechada se recoge y en los bancos de tejidos es procesada en parches de membrana amniótica que se emplean para el tratamiento de pacientes con patologías de la superficie ocular. Cada una de estas placentas puede ayudar al tratamiento de unos 40 pacientes.

—Entre todas las comunidades, destaca Cataluña por su actividad en donaciones, fragmentos obtenidos y trasplantes. ¿Tienen un sistema diferente a otras comunidades? ¿Sería deseable imitarlo?

—El modelo de los compañeros de Cataluña es envidiable en todos los sentidos, sin duda. Imitarlo tal cual siendo realistas creo que es complicado, cada región, cada centro tiene sus propias circunstancias y características tanto geográficas, poblacionales como organizativas y hay que adaptarse a cada situación. Por supuesto, su modelo tiene cosas muy buenas que se deberían intentar replicar en otras regiones.

—Recientemente, se ha celebrado en León el congreso nacional de Bancos de Tejidos. ¿Cuáles diría que han sido las aportaciones más novedosas?

—Poder ejercer de anfitriones en nuestra ciudad del congreso de la Asociación Española de Bancos de Tejidos (AEBT) ha sido sin dudarlo una magnífica experiencia. En esta edición desde el Comité científico y organizador se apostó por el protagonismo de los especialistas clínicos que emplean los diferentes tipos de tejidos para el tratamiento de los pacientes en su práctica asistencial. La idea, evidenciar que los tejidos son muy necesarios y en muchos casos la mejor alternativa terapéutica para los pacientes. Contar con el feedback de los especialistas es vital para el desarrollo de las actividades de los bancos de tejidos. Además de reencontrarnos presencialmente después de estos años de pandemia, teníamos dos temas importantes a tratar: uno el futuro cambio de marco regulatorio a nivel europeo en materia de células, tejidos y sangre, que esperamos antes de que acabe este año 2022 podamos contar con un borrador de la nueva legislación. En segundo lugar, aunque no menos importante, el Plan Estratégico Nacional de Tejidos 2022-2026 de la Organización Nacional de Trasplantes y en colaboración con la AEBT que tiene como uno de sus objetivos principales la autosuficiencia a nivel nacional.

—¿Ha surgido de este congreso algún proyecto en el que colabore el Banco de Tejidos de la fundación?

—Realmente la celebración del congreso supone la continuidad de colaboración en muchos proyectos en ellos que el Establecimiento de Tejidos de la Fundación Clínica san Francisco ya esta presente. En primer lugar esa puesta en marcha del Plan Estratégico de Tejidos, las actividades que impulsa la propia AEBT, la participación del centro como representante de Castilla y León en el Comité Técnico de Tejidos dependiente de la Comisión de Trasplantes del consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, entre otros

—¿Qué horizonte se abre para el Banco de Tejidos de la Fundación Clínica San Francisco con el Plan Estratégico de Tejidos 2022-2026?

—Ese horizonte se abre con muchas expectativas que todos los implicados queremos llegar a cumplir. El Plan de Tejidos es muy extenso, con muchísimas acciones que emprender y llevar a cabo y objetivos que esperamos podamos alcanzar en el plazo de tiempo más corto posible. Todo ello por supuesto, supondrá mucho trabajo y esfuerzo, que estoy segura merecerá la pena.

—Hay una cierta conciencia sobre la donación de órganos como una acción importante para salvar otras vidas. ¿Faltaría animar a la población a donar tejidos?

—Dar a conocer esta parte del proceso de donación es esencial. Que la gente pueda comprender que no solo un corazón o un pulmón son necesarios para otra persona, sino que los tejidos pueden mejorar el estado de salud de muchos pacientes. Si comparto que en términos generales es más desconocido, y por esto dentro del Plan de tejidos se encuentra recogida la necesidad de mejorar la concienciación de los profesionales sanitarios y de la población en general sobre la donación de tejidos.

—.¿Están los hospitales preparados para asumir la donación de tejidos fuera de los casos de donantes de órganos?

—Es muy difícil de responder. Nos encontramos en una situación sanitaria compleja en el momento actual. Antes de la pandemia, estos procesos de donación solo de tejidos con la dotación de personal de los diferentes centros eran más o menos complicados de organizar. Y en las circunstancias actuales creo que hay que replantear estrategias para poder definir la manera más adecuada de poder asumir este tipo de donación. Por supuesto que todo es posible y solo hay que encontrar el camino más adecuado.

—¿Realizan alguna investigación en el Banco de Tejidos?

—En este tipo de centro siempre se trabaja desde el desarrollo continuo. Aunque si tengo que resaltar ahora mismo alguna de las líneas en las que estamos más centrados es la vinculada a la Medicina Regenerativa y las Terapias Avanzadas. En este sentido colaboramos de manera activa dentro del proyecto de Programa de Garantia de Calidad de Terapias Avanzadas del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y también somos grupo clínico asociado de la Ricors-Terav (Redes de investigación cooperativa orientadas en resultados en salud de terapias avanzadas), entre otros. Todo esto con la firme convicción de que el futuro de los bancos de tejidos debe ir de la mano de este tipo de terapias.

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