Diario de León

Retrato final de la minería leonesa

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León

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alfonso garcía

Mi propuesta fotográfica, que he llevado a cabo a lo largo de un año a raíz del cierre el 28 de diciembre de 2018 de la mina La Escondida, en León, la última que quedaba abierta en esa provincia, se centra en los territorios mineros de León y de Palencia, dos de los más afectados por el final de la minería, pues esta era prácticamente un monocultivo en ellos. Acompañan a las fotografías textos de varios autores que a lo largo de la historia han escrito sobre la mina y los mineros, y testimonios de prensa y de algunos de los fotografiados. Como escribió uno de esos autores, el paisaje es memoria, y la memoria de la minería que durante siglo y medio dio vida a esos territorios sigue latiendo en esos lugares y es nuestro deber preservarla, cada uno desde su posición», afirma la autora.

La razón y las intenciones quedan reflejadas. La noticia había de prolongarse afirmando que, en formato apaisado, se trata de una muy cuidada edición, preciosa, que contiene setenta y seis fotografías a color. El conjunto habla por sí solo y se convierte en un testimonio imprescindible de la circunstancia a que se refiere, basado en una técnica impecable y en la captación de hechos y detalles que han obligado a la autora, después de kilómetros y horas, a estar allí en el momento preciso. Como escribe la propia Orueta, «este trabajo fotográfico emana de ese aroma cinematográfico, de derrota de una ensoñación, que el fin de la minería ha dejado en los pueblos mineros y en las personas que los habitaron o que continúan viviendo en ellos. Una historia de 150 años ha terminado y lo que queda son las imágenes de una película que se va convirtiendo poco a poco en ruina y en memoria». Estamos hablando, en definitiva, de un documento excepcional. Permítanme decir que, desde el ámbito de las sensaciones y de las emociones, deprimente para quienes amamos la minería y somos parte de ella, porque la mina, como afirma uno de los personajes fotografiados, «no sé qué tiene que se lleva en el corazón».

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