roscón del bueno

Roscones hay muchos, pero buenos, no tanto. Los amantes de la confitería artesana, de esa que se hace a fuego lento, respetando los tiempos que requieren las fermentaciones y la pastelería auténticas, están de enhorabuena porque los roscones de reyes ya llenan los mostradores de Confitería Fuensanta un año más.

Como siempre, con la calidad que caracteriza a este empresa familiar donde las cosas se hacen como toda la vida, aunque sin dejar de innovar. Roscones hechos a mano, con ingredientes auténticos y donde hasta las figuritas que alegran a quienes las encuentra están elegidas con mimo. Desde los más pequeños de una ración hasta el tamaño que se desee, los roscones de reyes de Fuensanta guardan entre sus secretos agua del azahar o pieles de naranja y limón en un cuidado proceso de elaboración que es fundamental para que el resultado final sea de una calidad indiscutible.

Relleno de nata, crema, trufa, cabello de ángel o sencillos, la masa de este dulce tan típico de estas fechas se elabora en el obrador de Fuensanta a diario para que quien los disfrute lo haga con todo su sabor y frescura.

No hace falta encargarlos, aunque siempre es mejor para no quedarse sin él, Y para quienes no quieran acercarse a alguna de sus tiendas de la capital, se lo llevan a casa. Mejor imposible. El cliente elige también el tamaño del roscón en función de las raciones que desee; de esta forma el producto se adapta mejor a las necesidades de cada uno.

A pesar de ser una de las joyas de la corona de estas fiestas navideñas, los roscones no son los únicos. Otros dulces típicos de Navidad como los turrones de toda la vida u otros más innovadores como el de naranja con cointreau y tartas especiales como la de mousse de champán con fresas o la especial para celebrar el 2021 con el nuevo año, también se pueden encontrar en Fuensanta. Ademas, en sus redes sociales sortean tarta y roscón como colofón a unas fiestas distintas pero muy dulces.