Santovenia de la Valdoncina
A Santovenia de la Valdoncina no le sobra nada, ni la hospitalidad de los 2.200 vecinos de sus cinco pueblos. Su alcalde, Manuel García García, ha ordenado la limpieza de las calles y las zonas comunes para todo vuelva lo antes posible a la normalidad y la tranquilidad de las actividades que hermanan las vidas de los habitantes de Sontovenia, Villanueva del Carnero, Ribaseca, Quintana de Raneros y Villacedré. Este año seguramente no habrá fiesta en agosto, está por decidir tras la pandemia, pero lo que sí es seguro es que el municipio se prepara para recibir a los visitantes a los que ofrece tranquilidad, cordialidad, comodidad y buen ambiente. «Estamos a dos pasos de León», dice el alcalde. Apenas 5 kilómetros separan a Santovenia de la capital. Tierra de León, tiene de todo. Dos Colegios Rurales Agrupados, Casa de Cultura, guardería y actividades para la conciliación de la vida familiar en periodo de vacaciones con ludotecas, iglesias, entre las que destaca la de Villacedré con la Virgen de los Imposibles, piscinas con amplias zonas verdes y bar, bares y una de las últimas joyas y orgullo de los vecinos, su equipo de fúltbol que acaba de ascender a Primera Aficionados.
El municipio tiene vida. Lo demustran los 200 niños y niñas que viven en él. Pero también por la actividad empresarial. En los polígonos industriales de Villaseca y Villacedré se asientan ya una treintena de empresas, entre las que destaca Indirex y patatas hijolusa.
En cada pueblo una iglesia, No faltan los bares. Ribaseca tiene tienda. A tan poca distancia de León se respira tanquilidad.
Quintana de Raneros cuida con esmero sus ruinas romanas, un museo histórico que se puede visitar recorriendo sus calles. En esta localidad destaca la iglesia parroquial bajo la advocación de San Nicolás, zonas de ruta y paseo y una famosa bodega donde degustar los productos de la tierra.
En Ribaseca destaca su iglesia dedicada a Santiago. La proximidad a León le dan un aire de pueblo tranquillo elegido como lugar de segunda residencia por muchos habitantes de León. Cuenta con el polígono industrial de León, Onzonilla y Santovenia, que hacen anticipar un aumento de actividad y de habitantes.
Santovenia es cabeza de Ayuntamiento, un lugar elegido por los que buscan de la tranquilidad y el silencio, a escasos kilómetros de la actividad y el comercio pero comunicado por ferrocarril y carretera. Su iglesia parroquial está dedicada a San Juan Evangelista, una construcción de mediados del siglo XIX. En el pórtico exterior se conserva una puerta de madera del año 1860.
En un tranquilo paseo por sus calles se puede disfrutar de las construcciones de tierra formadas por dos plantas. Hay que aprovechar la visita para ir a las bodegas que son el reclamo para la gastronomía de la zona, en la que abunda la caza menor. Aunque no hay rutas señalizadas, el amante del senderismo puede acceder al monte, en el que abundan perdices, codornices, concejo de monte, libres y zorros. También hay plantas autóctoctonas como zarzamoras, berros y setas. Destaca el pino piñonero, un árbol que se puede encontrar entre otras especies como nogales, perales y manzanos. Destaca la fiesta de los Mártires el 20 de enero, la Ascensión y el Carnaval.
La iglesia parroquial de Villacedré está dedicada a Nuestra Señora y su cerro El Jano se extiende desde Oteruelo.
Uno de los edificios más representativos de Villanueva del Carnero es la iglesia parroquial bajo la advocación de Santa Colomba, un edificio del siglo XVII de estgilo barroco aunque su espadaña se levantó en 1952. También tiene una ermita dedicada a Nuestra Señora del Castro, del siglo XVII.
Después de un recorrido turístico por estas zonas y otras más que sin duda se disfrutan con la compañía de los vecinos del lugar, Santovenia prepara de cara al verano sus piscinas municipales para adultos y niños, con espacio verde para descansar y disfrutar de la naturaleza y un bar con una amplia terraza. El precio para los empadronados es de 1,50 euros y hay bonos de 30 euros para todo el verano. Los no empadronados pagan el doble.