Diario de León

Seat. Coreografía... productiva

■ Fabricar un coche cada 40 segundos requiere una coordinación precisa ■ Color, motorización, sistemas de ayuda y hasta la posición del volante. Cada vehículo es diferente del anterior y lo será del siguiente. Hasta kilómetro y medio recorren las puertas de una carrocería dentro del taller de montaje.

Seat 1

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Piezas… ‘justo a tiempo’. El Bolshoi de Moscú, la Royal Ballet School de Londres, el Nacional de España… tal cual el ‘ballet’ que cada día ‘interpretan’, 2.300 veces, los empleados de la fábrica de Seat en Martorell.

Esta es, así ‘suena’… su coreografía.

Justo cuando un cliente configura ‘su’ coche, y realiza el pedido en uno de los concesionarios que mantiene Seat en 80 países, arranca la ‘creación’: el modelo, el motor, el color, los asistentes de ayuda a la conducción, los acabados, la tapicería… miles de pedidos personalizados que llegan cada día a la fábrica.

A renglón seguido, la ‘partitura’: en la zona de chapistería, después de pasar por el taller, se monta el bastidor del coche, con un ‘chip’ insertado en el mismo, y es el ADN del coche donde se recoge el tipo de vehículo, sus acabados y todas las piezas que se le montarán; a partir de ahí, se secuencian todos los materiales para que lleguen… ‘justo a tiempo’.

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En un ‘tempo’ perfecto, una vez en los talleres de pintura y montaje, se realiza el ensamblado a lo largo de un par de kilómetros de línea: llegan las piezas al tramo en el que tienen que acoplarse al coche, ‘justo’ en el momento en el que se necesitan consiguiendo, de esta forma, que pueda montarse consecutivamente —por ejemplo— un León FR rojo, con el volante a la derecha, y que el siguiente coche sea un León familiar azul, con techo solar y volante a la izquierda.

«Nunca se producen series de coches iguales, cada uno es diferente al anterior», señala Juan Vivas, responsable del Departamento ‘Inbound’ de Seat.

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En los ‘movimientos’ que facilitan el ensamblaje de todas las piezas, las puertas se separan de la carrocería y siguen otro recorrido, de 1,4 kilómetros, en un tramo elevado.

Así, poco a poco, ‘compás a compás’, el coche va tomando forma: 2 kilómetros de cables, el tablero, el volante, el cambio de marchas, el motor… nada menos que 6.000 piezas por coche, más de 16 millones al día entre todos los vehículos que se producen.

La ‘partitura coreográfica’, interpretada durante 7 horas por 6.600 ‘artistas’ empleados de Seat, ayudados —‘en las bandas’— por 2.000 robots, ajustan 6.000 piezas por coche, que recorren —los coches— diariamente 4.600 kilómetros en una línea de montaje que lanza 2.300 unidades cada jornada.

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