Diario de León

La presa del Bernesga

Senda de agua con 800 años

Agua para riego, molienda, dar luz y aplacar la sed. La Presa del Bernesga aporta el líquido elemento desde hace ocho siglos a más de 700 fincas de trece localidades desde Santibáñez a Palanquinos. Su mano cristalina llegó a mover 28 molinos, muchos aún visitables en una senda de árboles y verdor que acaba de resucitar

León

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El secreto de la eterna juventud podría esconderse en una infraestructura hídrica medieval, que llegó a dejar correr agua tan clara y limpia, baja en calcio y escasa corriente, que atrajo a los raros mejillones de agua dulce, las famosas madreperlas de río que pueden llegar a superar el siglo de vida y los 12 centímetros de longitud. Hace años que no se ven esos moluscos bivalvos en la Presa del Bernesga, pero la nueva vida de este humedal herido de muerte en diciembre de 2019 podría volver a dar sorpresas y constituir el resurgimiento de esta especie y de los cangrejos, los patos, el desmán ibérico y los 20 tipos de anfibios y 40 de aves que acudían a esta lengua de agua de 38,5 kilómetros. Todo una enciclopedia para los amantes de la naturaleza. Tras la devastación de esta histórica acequia de ocho siglos que favoreció su sequía, lo que parecía imposible hace poco más de un año, tras la ruina de su cauce y los agujeros que impedían que se nutriera con continuidad, se ha hecho hoy realidad gracias sobre todo al esfuerzo vecinal para limpiarla de árboles y piedras y lograr con su ejemplo la implicación de varios ayuntamientos y de la consejería de Fomento de la Junta.

Se recupera así un símbolo del alfoz leonés que riega desde el siglo XIII las huertas y fincas de trece poblaciones desde Santibáñez a Palanquinos en un recorrido por seis municipios: Cuadros, Sariegos, San Andrés, León, Onzonilla y Vega de Infanzones. El desbroce y la recuperación se ha producido en los primeros 25 kilómetros pasada la antigua harinera de Alfageme en el límite de San Andrés con León ciudad.

La acción de salvamento arrancó el pasado 27 de junio, con la formación de un frente social en una reunión en el Ayuntamiento de San Andrés a la que acudieron más de un centenar de afectados. De ella surgieron voluntarios que atendieron al llamamiento del Sindicato de Regantes y de los ayuntamientos y pedáneos de los municipios de Sariegos y San Andrés del Rabanedo por los que discurre la presa con sus motosierras para cortar los chopos caídos sobre la acequia y otros contribuyeron a su limpieza en hacendera. Además, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) permitió que se usaran 230 camiones de tierra vegetal de las obras del AVE para tapar los destrozos, y Sariegos, Azadinos, dos negocios hosteleros y el Ayuntamiento de San Andrés aportaron 200.000 euros para que una excavadora rematara los trabajos de mejora desde la entrada del río hasta Villabalter.

Los vecinos que ahora ven correr el agua de nuevo agradecen el tesón que ha demostrado el presidente del Sindicato de los Regantes, Pedro Fidalgo, a quien reconocen el mérito «de tirar del carro para que no se arruinara la Presa del Bernesga». La consejería de Fomento también atendió las peticiones de colaboración y se ha encargado de ejecutar el dique a 1,5 kilómetros de las compuertas por donde se escapaba el agua con máquinas excavadoras y piedras de hasta 3.000 kilos y tamaño superior a un turismo.

El temporal había desviado el río más de 50 metros de esas compuertas que la abastecen, arrastró piedras y troncos a su cauce. Problemas todos ellos solucionados ahora. Al arrimar el hombro estos profesionales, pero también muchos vecinos que prestaron material y pusieron el empeño en no dejar morir una de las grandes infraestructuras medievales de la provincia se ha logrando que vuelva a latir.

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