El sol, el viento y el agua donde antes había carbón
Los parques eólicos y solares y la fabricación de palas y de paneles fotovoltáicos abren una ventana más amplia a las energías renovables
La energía solar vuelve a ser una apuesta en el Bierzo con el fin del carbón. DL
El sol, el viento y el agua donde antes había hierro y carbón. Es el viraje obligado que tiene que emprender la comarca del Bierzo con la descarbonización y el fin del siglo de la antracita. Que el peso de las energías renovables puedan compararse con el empleo y la actividad económica que movía la minería —la pizarra sigue siendo un sector rentable y en expansión—parece ahora mismo una entelequia. Pero no por ello se debe desdeñar la oportunidad que suponen.
Endesa anunciaba este año una inversión de 600 millones de euros en renovables para paliar el cierre de su térmica y aseguraba que pondría en marcha 700 megavatios eólicos y fotovoltáicos, con parques como el de Alto Cabrera y Trabadelo y la planta solar de Villameca ya conectadas a las red. La empresa también estudia proyectos relacionados con el reciclaje para las instalaciones que deja libres la térmica
Las cumbres del Redondal ya están pobladas desde hace años de molinos de viento y más allá de las polémicas sobre su incidencia sobre las aves, la resurrección de la fábrica de palas eólicas de LM en el polígono industrial de La Llanada ha sido en los últimos años una gran noticia para el Bierzo. Como lo es la recuperación de la fabricación de paneles solares en el polígono de Bembibre, Escelco que ha tomado el relevo a Cel-Celis en el polígono de San Román de Bembibre para fabricar, en su factoría de 9.500 metros cuadrados, dos líneas de paneles solares y producir al año 140 megavatios hora.Cel Celis había entrado en concurso de acreedores en 2014 y Escelco anunciaba antes de la pandemia que arrancaría su la nueva etapa de la factoría con 40 empleos. Y en estos meses no han faltado en el Bierzo, al hilo de las ayudas públicas, que buscan terrenos para parques solares.