Terror rojo en la retaguardia de la guerra
efe
Retaguardia Roja. Violencia y revolución en la Guerra Civil española, el nuevo libro de Fernando del Rey, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos en la Universidad Complutense, es un estudio de la violencia en territorio republicano durante los primeros meses de la guerra. «Eso de las dos Españas es un mito que inventaron los sectarios, los de un extremo y del otro. No hubo dos Españas, si acaso hubo cuatro: una revolucionaria, otra contrarrevolucionaria, una liberal y otra que intentaba sobrevivir», aclara Del Rey. Desde una perspectiva centrada en los ciudadanos de a pie, Retaguardia Roja, a través de 19 microhistorias, indaga en la violencia que se desplegó de forma brutal contra los adversarios políticos en la zona republicana durante la Guerra Civil española (1936-1939).
Del Rey, para contar estas microhistorias —que edita Galaxia Gutenberg— ha puesto la mirada en el mundo rural (concretamente en Ciudad Real), escenario privilegiado para calibrar el significado y el alcance político de los conflictos y contradicciones que recorrieron la España de los años treinta.
Del Rey señala que decidió centrar su estudio en esa ciudad manchega porque la historia la había pasado completamente por alto. «Los historiadores muchas veces tienen complejo de urbanita, y no pasa todo en las ciudades, una pequeña provincia te puede dar mucho más que a lo mejor Madrid», incide. A lo que el historiador añade: «Ciudad Real es un caso curioso. No existió una sublevación real que alimentara las represalias como en Madrid. Hubo, como mucho, algún conato rebelde leve. Sin embargo, hubo casos de represión graves». Del Rey explica que esta situación se puede extrapolar también a otras ciudades de España, y que ojalá suceda. «Nuestro país es muy plural, de cada sitio hay algo de lo que se pueda investigar». «Retarguardia Roja aterriza en un momento sociopolítico «delicado» por la exhumación de Franco del Valle de los Caídos —cosa que él admite que ha sido pura casualidad, que no entraba en sus cálculos—. Pero, lo que sí quiere dejar muy claro Del Rey es que este libro es pedagógico, «yo no tomo partido ni de un bando ni de otro, solo intento entender qué les pasó a todos durante la guerra». Además, insiste en una idea que acoge todo el libro, y es que sin el golpe de Estado, nada de esto habría ocurrido. Del Rey asegura que «en 1936 había muchas tensiones», en el sentido de «brutalización de la política», pero asegura que «no había ninguna revolución comunista en marcha, sino que fue precisamente la insurrección la que provocó este levantamiento».
Del Rey dedica un capítulo a explicar la violencia dirigida contra el clero regular, donde fueron asesinados un total de 125 en la provincia de Ciudad Real. «¿Por qué matan monjes? No son como los curas de los pueblos que estaban en la pelea (...) Pero la Iglesia era el enemigo». La mayor parte de ellos fueron ejecutados por vecinos, aunque también intervinieron milicianos. Para que Del Rey pudiera escribir Retaguardia Roja ha necesitado hacer 60 entrevistas para conformar una base de datos con fichas de 2.500 personas. Una de las historias que él recuerda es la de una mujer, de derechas, que le dijo: «Si Franco no se hubiera levantado, a mi padre no le habrían matado».
El acercarse a tantas personas y remover sus recuerdos y sus historias, le hizo al autor pensarse más de dos veces si debía o no escribir un libro, pero finalmente optó por hacerlo, «tengo claro que hay que asumir ciertas cosas de la historia y del pasado».