Diario de León

Titulares mercantiles en constante evolución

Ofrecen un asesoramiento puntual y cercano a empresas y autónomos desde el conocimiento más absoluto de la realidad económica y social

El decano del Colegio de Titulares Mercantiles de León, Antonio Jarrín. MARCIANO PÉREZ

El decano del Colegio de Titulares Mercantiles de León, Antonio Jarrín. MARCIANO PÉREZ

Ponferrada

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Asesorar de manera puntual y cercana a empresas y autónomos desde el conocimiento más absoluto de la realidad económica y social de su territorio de influencia. Esta es la base del trabajo que realizan los titulares mercantiles, un colectivo profesional fundamental desde la irrupción de la pandemia y los consiguientes cambios normativos que han marcado la actividad empresarial en los últimos años. Han tenido que reinventarse para dar a sus clientes una solución rápida y lo han hecho en un contexto inestable que les obligaba a estar en alerta continua, «leyendo el BOE y los boletines autonómicos todos los días, recabando información que cambiaba cada segundo para informar a nuestros clientes de lo que debían, podían y se suponía que había que hacer para sobrevivir económicamente y cumplir la legalidad», explicó el decano del Colegio de Titulares Mercantiles de León, Antonio Jarrín.

Fundado en 1919, el Colegio de Titulares Mercantiles de León se ocupa de ordenar la actividad de este colectivo profesional, organizar actividades para los colegiados y ayudarles a resolver sus cuestiones profesionales. También participa en la elaboración de los planes de estudio y entre sus objetivos prioritarios está el de evitar y combatir el intrusismo profesional. ¿Por qué? Porque «somos la profesión que más intrusismo sufre», se lamentó Jarrín. Y esta tendencia puede llevar a una falta de profesionalidad y de ahí a un problema para quienes contratan los servicios de un ‘intruso’.

«A nuestros despachos a veces llega documentación en un estado más que lamentable y hay que ponerla en orden», relató el decano de este colegio profesional. Por eso, «pedimos que como mínimo se exija una formación y experiencia para acceder a la profesión del asesor», añadió.

Una de las prioridades de Antonio Jarrín desde que asumió el decanato del Colegio de Titulares Mercantiles de León ha sido la de conseguir que se establezca un estatuto del asesor que, de alguna manera, blindaría el ejercicio de la profesión con unos estándares básicos de calidad. «Las instituciones nos cargan de trabajos y de responsabilidades sin establecer normas de cualificación profesional, lo que es injusto», criticó, emplazando a la clase política a «recabar información de los profesionales a la hora de legislar y tomar decisiones».

En España existen cerca de 175.000 titulares mercantiles, entre peritos mercantiles, profesores mercantiles, intendentes y actuarios; además de los titulados en Ciencias Empresariales y en Dirección y Administración de Empresas. Una profesión que suma más de 150 años de historia con alrededor de 200 profesionales solo en la provincia de León. Son asesores fiscales y contables, auditores de cuentas y temas concursales que viven en primera persona la realidad de las empresas y los autónomos que «luchan día a día, con su patrimonio personal en juego, para continuar la actividad y pagar a sus empleados y los impuestos correspondientes, que en lugar de bajar —como así debería hacerse para reactivar la economía— han subido para sufragar el gasto público desbocado», consideró Antonio Jarrín.

Jornadas de cualificación

El Colegio de Titulares Mercantiles de León organiza, todos los años en el mes de noviembre, las Jornadas de Estudios Fiscales y Empresariales Ciudad de León. Se trata de un foro especializado en el que «recibimos enseñanzas de las personas más cualificadas de nuestra profesión», explicó el decano.

Una de las inquietudes de los titulares mercantiles es estar al día de lo que ocurre para poder adaptar su servicio a las necesidades que se les planteen a las empresas en cada momento, prestando así el mejor servicio profesional posible. La situación derivada de la pandemia ha demostrado que la actualización de este colectivo es obligada y estas jornadas de formación son una herramienta muy útil para seguir evolucionando.

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