Diario de León

TRAMPA MORTAL

Treinta millones de animales mueren atropellados cada año en las carreteras españolas. El Gobierno inicia en marzo una recogida de datos a nivel nacional para evaluar la mortalidad de la fauna en el asfalto, especies amenazadas, tramos más peligrosos y razones de los atropellos. Un ejército de voluntarios de asociaciones ecologistas cribarán todas las vías del país

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Cuántas veces hemos visto animales aplastados contra el asfalto en mitad de una carretera. Raro es el conductor que no ha observado los restos de algún mamífero o de alguna ave sobre el arcén. Muchos, incluso, los habrán arrollado con su automóvil poniendo en serio peligro su seguridad y la del resto de pasajeros. A veces los animales atropellados son pequeños y resulta imposible identificarlos porque lo que queda de ellos es una deforme mancha incrustada sobre la calzada. Ocurre sobre todo con anfibios y reptiles, que, junto a los pájaros, son los peores parados en esta suerte de escabechina vial.

No se sabe con exactitud cuántos animales indefensos se dejan la vida en las carreteras españolas. Tampoco cuáles son las vías más peligrosas y por tanto aquellas donde habría que actuar.

Los datos más recientes son antiguos e irregulares. En 2003, la Sociedad para la Conservación de los Vertebrados hizo un estudio que arrojaba que unos 30 millones de animales morían cada año bajo las ruedas de algún vehículo. Se trataba de una estimación mínima puesto que no se incluyeron muchos caminos de cascos urbanos ni factores de corrección externos. Con todo, aquel estudio ya clasificaba las decenas de miles de animales que literalmente se dejan la piel en el asfalto: aproximadamente nueve millones de anfibios (principalmente ranas y sapos), cuatro millones de reptiles, 12 millones de aves y cinco millones de mamíferos, entre los que abundan perros, gatos, jabalíes, conejos, corzos, ciervos y linces ibéricos, especie esta última que encuentra en los atropellos su principal causa de muerte.

Un ejército de voluntarios

Diecisiete años después de aquel estudio, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) pretende afinar esas estimaciones y actualizar unas cifras que se presumen mucho mayores. Para ello, ha puesto en marcha el Plan Safe (Stop Atropellos de Fauna Española), que será desarrollado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-Csic), y que cuenta con la colaboración de tres sociedades científicas: la Asociación Herpetológica Española (AHE), el principal referente de los anfibios y reptiles de España; la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos (Secem).

Las tres sociedades movilizarán a todos sus voluntarios en el mayor trabajo de campo que se ha hecho hasta la fecha en nuestro país para recoger los datos y las observaciones de animales atropellados.

«El plan Safe es una iniciativa de ciencia ciudadana para evaluar la mortalidad de fauna por atropellos en vías de transporte y lo que se pretende es sacar a la luz por vez primera las cifras de la mortalidad de especies de vertebrados que cada año se producen en las carreteras», explica Georgina Alvarez, que trabaja como jefa de servicio de Análisis Territorial en la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Miteco.

En este ambicioso plan de diagnóstico, la Estación Biológica de Doñana se encargará de la metodología, evaluación y análisis de los trabajos a desarrollar. Y las tres sociedades científicas garantizarán la movilización sobre el terreno de los voluntarios encargados de recoger los datos y las observaciones de animales atropellados. En el proyecto también van a participar los departamentos de carreteras, ferrocarriles, evaluación de impacto ambiental y biodiversidad tanto de comunidades autónomas como del Estado, así como la DGT. Los voluntarios que participen elegirán un itinerario y lo recorrerán en bicicleta o a pie al menos una vez al mes durante un año, siempre manteniendo invariable el recorrido. Toda la fauna arrollada que se detecte, así como su localización, será registrada usando una aplicación para móviles.

Especies más afectadas

También se podrá participar haciendo recorridos en automóvil, cumpliendo con las premisas de itinerarios fijos repetidos al menos de forma mensual.

Aunque desde un automóvil la capacidad de detectar animales atropellados es mucho menor que andando o en bicicleta, su uso permitirá visitar vías que no pueden recorrerse de otra forma (principalmente autovías y autopistas) y localizar especies que se atropellan con poca frecuencia (especialmente las más grandes).

La recopilación de datos sobre estos itinerarios fijos, recorridos en repetidas ocasiones y distribuidos por todo el territorio español, proporcionará una oportunidad única para cuantificar la mortalidad de fauna por atropellos en el país, evaluar qué especies se ven más afectadas por este problema y conocer qué factores (qué tipos de hábitats, qué clase de vías o qué épocas del año) influyen en que se atropellen más o menos animales. «Otro objetivo es que nuevos voluntarios se incorporen con rutas adicionales, dando lugar a una red de seguimiento de los atropellos de fauna basada en ciencia ciudadana», apunta Álvarez.

El Miteco quiere que este mes de enero esté completamente ultimada la metodología del plan, de manera que en febrero se dé a conocer a todos los colectivos implicados y en marzo comience la recogida efectiva de datos de atropellos y que esta se realice de forma homogénea. «Haremos un trabajo previo con el voluntariado para asegurarnos de que la información se recoge correctamente», detalla la analista del Miteco.

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