Votos bajo los paraguas de la pereza y la esperanza
A. Calvo | León
«Cansados», «hartos» y «aburridos» de ir otra vez a las urnas. Así estaban los leoneses que ayer, a pesar de la lluvia, decidieron ejercer su derecho a voto en lo que llaman la fiesta de la democracia. Una celebración que ya se está convirtiendo en «rutinaria» para muchos, tras tres elecciones en poco más de medio año. «Da pereza venir a votar, pero no sólo por la lluvia, más por la inutilidad de los políticos», apuntó tras acompañar a sus padres a votar San Marcelo Paz Fernández Pérez quien añadió: ¡Qué va a cambiar! No tengo ninguna fe en que puedan ponerse de acuerdo ahora, porque hemos votado lo mismo y, qué, ¿esperamos un resultado diferente?». «Yo ya estoy cansada de votar», dijo Mariluz Rodríguez. «Nos da pereza, pero tenemos conciencia política», apuntaron también en San Marcelo las amigas Manolita Pina y Olvido Guerra, mientras, de nuevo, este colegio electoral volvía a convertirse en el epicentro de los paseos, ya que gran parte de su electorado son personas mayores que van de una mesa a otra hasta que encuentran en la que tienen que votar tras pasar por largas colas. «Lo de la ley de protección de datos lo único que hace es incordiar», precisó Jesús Pardo, ante la ausencia de las antiguas listas en la que cada uno podía buscarse sin necesidad de tener que acudir a las urnas con la tarjeta censal.
Cara a cara frente a los más de 432.000 leoneses llamados a las urnas, los 2.187 que ayer tuvieron que repartirse por las 729 mesas electorales de los 421 colegios abiertos en toda la provincia. Sobre ellos, sobrevolando el temor tras lo ocurrido en las elecciones locales, cuando hubo problemas con el recuento por un error de transcripción en una de las mesas de Las Pastorinas. «El problema es el recuento», dijo Santiago Sanz, en la mesa de Hacienda de León, enfrentándose a sus cuartas elecciones en una mesa electoral. «Pregunté a lo tonto... y sí, estamos en la mesa en la que hubo el problema», comentó la presidenta de mesa 5-B de Las Pastorinas, mientras sus compañeros de equipo se reían y bromeaban: «No estamos nerviosos, la gente lo comenta, pero tampoco en exceso». El elector Óscar Soto sentenció tras depositar su voto en esa misma mesa: «No creo que vuelva a pasar. Fue un incidente y todos ellos están al tanto».
Buen negocio
Pese a que los tres últimos comicios han costado en León más de 2,1 millones de euros, también dan negocio. «Nosotros nunca abrimos los domingos, pero hoy, con las elecciones, lo hemos hecho y no va mal», concretó poco antes de la hora de los vinos la propietaria del bar ubicado frente al colegio de Las Pastorinas, Georgina Florentina.
Los pequeños, aunque no tienen edad de votar, disfrutan —y también se acostumbran— a participar en las elecciones introduciendo el sobre de sus padres. «He metido el sobre para elegir a un presidente, un diputado y un senador... creo que estamos en elecciones porque no elegían un presidente», dijo Iván González, de 9 años, tras acudir a las votaciones con su padre. También emocionado estaba, en el instituto Juan del Enzina, el pequeño Alberto González, que se tuvo que quitar la manopla para poder decir con sus deditos que tan sólo tenía 3 años. «Vengo a votar con mamá», dijo envuelto en su abrigo. Allí, entre las primeras en votar, una mujer de 103 años y otra casi centenaria que, aunque estaba en reposo, se levantó a primera hora para ir a votar.
La presencia de la nieve condicionó a los vecinos de la montaña leonesa a la hora de ejercer su derecho. En Cistierna y en Riaño, como informa José María Campos , por la mañana fueron pocos los que se arriesgaron con el mal tiempo, pero a medida que escampaba, fueron acudiendo a la llamada de las urnas. Eso sí, muchos vecinos de Cistierna se encontraron con un papel en las puertas o ventanas de sus casas en el que podían leer: «No se puede votar a un partido, PSOE, que nos vende España a trozos. Solución: Vota Partido Popular». Los vecinos de más de un millar de pueblos tuvieron que acudir a otro vecino a votar en el contexto de una provincia cada vez más asolada por la despoblación.
Por otra parte, UPL baraja impugnar el resultado de la mesa de Almanza, tras localizar en una cabina del colegio electoral cerca de 40 sobres con papeletas en su interior con los candidatos al Senado del PP ya marcados. Tras dar cuenta a la presidenta de la mesa, se procedió a revisar los sobres destinados a elegir a los miembros de la Cámara Alta, encontrándose poco más de 40 en las mismas circunstancias. Una vez retirados los votos, se reanudó la votación, si bien la incidencia se recogerá en el acta de recuento, señalaron representantes de la formación leonesista en la comarca, según informan Acacio Díaz y Alberto Domingo .
El invidente leonés César Puente Fuente preside una mesa electoral en Alicante con la ayuda de una amiga, Verónica González, que le facilitó la identificación de cada votante, una labor en la que cree que, pese a su discapacidad, los ciegos también «deben participar», según Efe. Nacido en Villalibre de Somoza hace 63 años, se incorporó a las 8.00 horas a la mesa B de la sección 26 del colegio situado en el centro cultural de Las Cigarreras, donde acudió acompañado por su perrita guía negra labradora Vilca, que se colocó a sus pies, debajo del tablero donde se hallan las urnas. Una paso que en las elecciones que en abril intento dar la leonesa Sara Brañas, quien finalmente no pudo acudir a la mesa al carecer los medios técnicos necesarios.
En León, los electores del centro de idiomas tuvieron que votar en estos comicios bajo la atenta mirada de los símbolos chinos que salpican el instituto Confucio y en El Crucero, Jesús Cadórniga abogó porque España tenga una mujer presidenta: «A ver cuándo llega, que ya toca».