La voz dormida de las lupuleras

Las mujeres tuvieron un papel esencial en la pela del lúpulo cuando esta planta se enredaba como oro verde en la ribera del Órbigo y la mecanización todavía era un sueño. La artista Susana Cámara Leret rescató el año pasado las voces dormidas de Jovita, Leni, Lina y Maruja, cuatro mujeres de Gavilanes de Órbigo, que sentadas sobre unas sillas de enea y madera y envueltas en el aroma relajante de la flor del lúpulo fueron devanando relatos cantados y hablados de toda una tradición ligada a la pela manual de esta materia prima en la que León sigue siendo la principal productora de España.

La primera parte de Geofonías del lúpulo, como ha bautizado a este trabajo sonoro, continuación de su proyecto Amargura, está disponible a partir de mañana en una edición limitada en vinilo (info@susanacamaraleret.com). Cien ejemplares de doce minutos de grabación componen esta primera entrega de grabaciones sonoras, realizadas entre agosto y septiembre del 2019 en la ribera del Órbigo. Las voces de las lupuleras —las mujeres, no las empresas, en este caso— son interpeladas «por fragmentos del paisaje industrializado del lúpulo y la labor de su recolección, realizada por una familia de lupuleros —Javier padre, Javier hijo, Isabel y Manuel- del pueblo de Benavides de Órbigo», explica. Las grabaciones, añade Cámara, se inspiraron en el concepto de diafonía propuesto por el artista José Val del Omar, basada en la oposición de los sonidos, como contrapunto psíquico y de diálogo.

Así se suceden los sonidos del actual paisaje industrializado del cultivo del lúpulo y la automatización de su cosecha frente a las vivencias cantadas y narradas de las cuatro lupuleras del pueblo de Gavilanes de Órbigo, que pelan lúpulo a mano. Geofonías del lúpulo se imagina como una futura serie sonora de grabaciones de campo sobre el cultivo del lúpulo, comprendido a través de su cultura, relatos, memorias y paisajes. Una fotografía tomada durante las sesiones de grabación ilustra esta primera entrega que la artista no ha podido entregar aún en mano a sus protagonistas debido a las restricciones por el Covid-19.