Diario de León
DZ2P4F2-18-05-39-6.jpg

DZ2P4F2-18-05-39-6.jpg

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El Páramo demuestra cada día que no quiere hacer honor a su nombre que induce a una tierra yerma, seca, donde la vida tiene que abrirse paso a dentelladas. Bien al contrario. Hoy toda la comarca es epicentro del regadío más moderno en el que florecen campos repletos de frutos, base de una economía tradicional adaptada al siglo XXI.

Buen ejemplo de ello es el municipio de Zotes del Páramo, que integra también a las localidades de Zambroncinos y Villaestrigo, pequeños pueblos todos ellos, donde el agua es protagonista. Agua que llega desde el pantano de Riaño, vía elevación que la sube desde el río Esla en Villalobar. Agua que nutre sus campos de maíz, remolacha, alubias, alfalfas, trigos, soja... que llegan al final de sus ciclos de producción con hermosas cosechas.

Pero antes de que llegase el líquido a través de los canales desde las lejanas montañas leonesas, aquí el agua ya estaba presente en la vida diaria. Agua que manaba de cientos de pozos y agua que llenaba y llena lagunas tradicionales (y otras artificiales más modernas) que rodean los pueblos donde miles de aves han encontrado su hogar desde tiempo inmemorial. Precisamente éste es uno de los grandes atractivos turísticos en los últimos tiempos donde decenas de personas se acercan a ver anátidas de distintas especies. Turismo ornitológico y de naturaleza en pleno Páramo, sí. Turismo sostenible. Todo un descubrimiento para el visitante.

Pero el municipio ofrece mucho más. El simple hecho de recorrer las calles de cada uno de sus pueblos, ejemplo del urbanismo rural tradicional del sur de la provincia es, en sí mismo, un remanso de paz y tranquilidad. Descubrir su patrimonio religioso con sus iglesias donde destacan sus torres-campanario de espadaña, cada una con su propia personalidad, es otro de sus atractivos. En la localidad de Zotes del Páramo se alza la iglesia parroquial con la imagen de la Virgen de la Aldea, resto de la ermita del mismo nombre de la que aún se conservan algunos vestigios a la misma entrada del pueblo.

En Villaestrigo destaca el retablo rococó en la iglesia de San Roque, del siglo XVII.

Y en Zambroncinos la iglesia parroquial alberga una imagen gótica de la Virgen y una talla de San Juan Evangelista.

Amén de que cada pueblo del municipio tiene justificada de sobra una visita en cualquier momento del año, hay fechas claves que destacan por encima del resto. Es el momento de sus fiestas patronales. Además de reseñar que todos ellos rinden honores a San Isidro, patrón de los labradores, el 15 de mayo, cada uno tiene las suyas propias , donde vecinos y visitantes se entregan a la alegría y la diversión.

Zotes celebra el domingo anterior al día de la Ascensión (segunda mitad de mayo, habitualmente) las fiestas en honor a la Virgen de la Aldea. Actividades de todo tipo para pequeños y mayores llenan de viernes a domingo sus calles. Pero, por encima de todo, destaca la música con verbenas con orquestas de primer nivel y, especialmente, un festival de rock, el ‘Zotes Rock’, por el que en las dos últimas décadas han pasado las principales bandas del panorama nacional.

Zambroncinos no le va a la zaga rindiendo honor a Santo Tomás en el fin de semana próximo al 21 de diciembre. Pero en verano también se ha sumado a la música rock con festival propio.

Y Villaestrigo no podía ser menos, con sus fiestas en honor a San Roque, con decenas de actividades y animadas verbenas en mitad del mes de agosto.

tracking